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Desigualdad. ¡El que quiere, no siempre puede!

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<strong>Desigualdad. ¡El que quiere, no siempre puede!</strong>

Mario Flores Pedraza

Nombre de la columna: “Antítesis”

Desigualdad. ¡El que quiere, no siempre puede!

En México un solo hombre (Carlos Slim) tiene lo que el 50% de los mexicanos, los 365 más ricos tienen lo equivalente al 90% de los mexicanos, mientras que el 60% de los mexicanos tienen en el banco solo $8,000 o menos. ¿Que ha llevado a que México sea tan desigual?

La desigualdad es un problema fundamental que no nos permite terminar con la pobreza y que hace que las economías no crezcan. ¿Que causa la desigualdad en México?

A pesar de ser la decimoquinta economía más grande del mundo, en México el origen es destino, por lo que quienes nacieron ricos, difícilmente dejarán de serlo, mientras que los pobres, rara vez podrán ascender en la escala económica. La movilidad social en el país definida como el movimiento de las personas de un nivel socioeconómico a otro, es tan baja que siete de cada 10 mexicanos que nacen en pobreza no lograrán superar esa condición a lo largo de su vida, según el Informe de Movilidad Social en México 2019 del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Pero el Estado mexicano, en lugar de contribuir a enfrentar la desigualdad y la exclusión, tiende a incrementarla debido a la captura de sus instituciones por grupos de interés, por la corrupción que domina a la clase política y su subordinación a los intereses privados. Parece cada vez más evidente que las políticas de los gobiernos en México no logran modificar la situación de precariedad, inseguridad y fragilidad en que viven millones de mexicanos.

Por otro lado, aunque el gasto social en este gobierno ha aumentado, considero que se gasta mal y que podrían existir mejores programas sociales. En lo económico, lo laboral y lo social comienzan a cambiar las cosas, sin embargo, no es suficiente. En los hechos la situación no es muy diferente a otros sexenios (amiguismo, tortuguismo burocrático, nepotismos por todo el país, gobierno de amigues y un estado de derecho demasiado frágil). Lo que se discute desde las mañaneras y con réplica en los programas de análisis nocturnos, no es más que una guerra ideológica que el presidente López Obrador a nombrado “fifis vs conservadores”, la política de redistribución del ingreso o de progreso es en las ideas y no tanto en los hechos.

Probablemente el presidente tenga buenas intenciones, sin embargo, este gobierno de izquierda podría ser mucho mejor.