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Votar por el menos defectuoso

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Votar por el menos defectuoso
Por: Eusebio Ruiz Ruiz.  

Si únicamente tengo dos camisas y dos pantalones en buen estado, no tengo problemas en seleccionar la ropa con la que me voy a vestir, me quito una y me pongo la otra. En cambio, si tengo ocho vestimentas en malas condiciones, resulta difícil decidirme por una de ellas, terminaré escogiendo la menos defectuosa para la ocasión.

Así estamos los tamaulipecos, elegir al gobernante entre ocho candidatos, seis de ellos “cómicos”, y dos no tanto, se torna muy difícil que elijamos de manera correcta, igual que con las prendas de vestir tenemos que optar por el menos defectuoso.

Los disparates, maldiciones, vulgaridades e insultos han sido el tono de al menos seis de los candidatos que hacen medio reír y medio enojar a quien los escucha, pero más allá de esto resulta preocupante el futuro de Tamaulipas en manos de cualquiera de ellos. Si así se tratan entre iguales, ¿cómo irán a tratar a la gente cuando por su cargo se sientan superiores?

Los que sí queremos emitir un voto fruto del análisis estamos en verdaderos aprietos, ¿cuál de esos “comediantes” representa una opción seria y comprometida?, desde mi interior brota una respuesta: ninguno; ¿cuál de esos ridículos candidatos al gobierno de Tamaulipas tiene realmente propuestas de trabajo?, mi repuesta vuelve a ser la misma: ninguno; ¿cuál de esos falsos políticos es digno de ocupar el cargo de Gobernador Constitucional del Estado de Tamaulipas?, por tercera vez mi respuesta es: ninguno; ¿cuál de esos politiqueros se quitará el “chal” del comadreo, chisme y agresión, para ponerse el “delantal” del servicio?, la respuesta se la dejo a usted apreciado lector, la mía ya la tengo.

A dos de los candidatos como que no les gusta tanto la comicidad, se han comportado de una manera aparentemente seria, pero la debilidad de sus partidos hace inimaginable que uno de ellos llegue a ser gobernador, digamos que también les gusta salir en escena.

Seis candidatos ya saben que son perdedores, sólo participan para obtener los buenos frutos que la contienda electoral deja, su participación es show,  con ello demuestran que son hongos vividores de la política.

La competencia real  está en Francisco Javier García Cabeza de Vaca y Baltazar Hinojosa Ochoa; los demás candidatos sólo sirven para restar votos a cualquiera de estos dos aspirantes, su candidatura mediocre es un obstáculo a la democracia.

El que triunfe de los dos no representará a la mayoría, pues los votos quedarán distribuidos en los ocho candidatos,  y agreguemos a todos los que pudiendo votar no lo harán.  Una minoría será quien lleve a la gubernatura a Cabeza de Vaca o a Baltazar, el “ganador” no nos representará a los tamaulipecos, no será nuestro líder.

Los votos divididos cuestionan seriamente la legitimidad del candidato que “triunfe” en las próximas elecciones. Será un gobernador que la mayoría no acepta o porque no votaron por él o porque se abstuvieron de votar.

El pluripartidismo político y don Chavira no favorecen a la democracia, la frenan y le meten reversa, los partidos débiles y los endebles candidatos saben que no representan ninguna oposición, son conscientes de que en las elecciones no ganarán, le hacen al teatro, engañan a la gente, sirven de títeres e instrumentos al mejor postor, a fin de que le disminuyan los votos a quien pueda representar una verdadera oposición.

Seis de los candidatos a gobernador, entre ellos el supuestamente independiente, trabajan para que una minoría de votantes le dé el poder a quien después se jactará de que las mayorías están con él y de que el pueblo lo llevó al poder.

Aunque no tenemos buenos candidatos, pura mediocridad, nuestro voto no debe de faltar. ¿Qué pasaría si en las próximas elecciones todos ejercemos nuestro derecho al voto?, ¿qué le parece si le hacemos esta maldad al sistema político y a la clase política?, ¿qué le parece si le hacemos esta bondad a Tamaulipas y a México?, ¿no cree que sería el fin de casi nueve décadas con una dictadura partidista en nuestro Estado?

Aunque de los ocho candidatos no se hace uno, escojamos al menos dañino para nuestro Estado. En esta ocasión no nos queda otra, optemos por el mal menor.

Nuestra participación y movilización, sin lugar a dudas, abrirá nuevos senderos en la obstaculizada, manipulada, golpeada y herida vida democrática.