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¿Por quién votar?

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¿Por quién votar?

¿Por quién votar?

Por: Eusebio Ruiz Ruiz.

Se acerca el 5 de junio, fecha en que se elegirán gubernaturas en seis estados de la República Mexicana: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. En el Estado de Durango se renuevan, además, 39 presidencias municipales.

Acudir a votar es derecho y obligación, tenemos la responsabilidad de elegir un candidato, y con ello una coalición de partidos o un partido político. Llenemos las ánforas, hagámoslo con mucha responsabilidad, que nuestro voto sea bien pensado.

Participemos en las votaciones de manera pacífica, seamos constructores de la vida democrática, todos somos responsables del destino de nuestro Estado, si no lo hacemos, otros decidirán por nosotros, “el que calla otorga”.

Nuestra participación debe ser libre y por convicción, no por miedo, novedad, coacción o inercia.

Antes del domingo de las votaciones le pido reflexione lo siguiente:

Si ya tiene por quién votar, cuestiónese si en verdad conoce al candidato o si lo único que alcanza a ver es la apariencia o el “maquillaje” que le proporciona la propaganda.

Haga memoria, tome en cuenta la historia, en ella está escrita la verdadera cara de los partidos, de las coaliciones y de los candidatos.

Tenga cuidado por quién votar, que estas votaciones no sean “la tierra fértil”, para establecer, en un futuro cercano, una dictadura de partido, como la que tuvimos de 1930 al 2000 y que quisimos prologar en el 2012.  No dejemos el poder en un solo partido, como nos pasó en décadas pasadas.

A los políticos se les conoce por el trabajo realizado en beneficio del pueblo, no por la palabrería y los discursos cargados de emoción. Las buenas obras por discretas y sencillas que sean, hablan bien de las personas. Fíjese si son gente de trabajo y de servicio, o son hongos vividores de la política.

No se deje impresionar por las palabras y frases “machinas” de los candidatos, recuerde el dicho popular: “perro que ladra no muerde”. Despójese del encanto y el hechizo de los discursos, mejor infórmese, no de lo que los candidatos dicen que hicieron, sino de su trabajo real en beneficio de la sociedad.

Analice si el candidato cambió de partido o se mantuvo en el mismo, si lo hizo por convicción ideológica u oportunismo.

¿Será confiable un político que abandonó el cargo para el que fue electo y se lanzó como candidato?

El voto no debe favorecer al que más descalificó a sus oponentes, sino al candidato que tenga más propuestas serias y viables.

Analice y reflexione las diferentes opciones políticas, no vote a la ligera.

Vote por quien garantice los derechos humanos, no por quien negocia con ellos o los utiliza como bandera de campaña.

Haga una valoración de los candidatos: Calidad moral, antecedentes, capacidad profesional, experiencia laboral, honestidad, rectitud en la vida personal, familiar y pública, compromiso y vocación en su trabajo político.

Si por la necesidad de un dinerito participó en la campaña de uno de los candidatos, no está obligado a votar por él, sobre todo si no le convence y menos si no le pagó.

No se deje engañar por los datos de las encuestas, es información que va y viene, todo lo vamos a decidir con nuestro voto.

El bingo al que lo invitaron, la despensa que dicen que le van a dar, la foto que le tomaron a su credencial de elector o la copia que le pidieron, la tarjeta que le prometieron, nada de esto condiciona su voto.

El candidato que más gastó en la campaña y se pasó de los límites que tenía, tomando en cuenta los recursos económicos con los que contaba, es el menos indicado para favorecerlo con el voto, así será el despilfarro del dinero de todos.

Un candidato, partido o coalición que promueve y/o practique la violencia no debe ser favorecido con el voto.

Piénsele bien, no podemos esperar un gobierno justo si el candidato y sus achichincles tratan de comprar el voto, presionan y utilizan a los empleados, amenazan a los contrarios, usan recursos ilícitos, todo esto son síntomas y garantía de un gobierno abusivo.

Infórmese quiénes son los más cercanos al candidato, por aquello del refrán: “Dime con quién andas y te diré quién eres”, esto también nos permite conocer a la persona que quiere gobernarnos.

El voto es libre y secreto, no admita presiones económicas, sindicales, laborales, psicológicas, religiosas o de cualquier otro tipo.

Honre su voto, no lo venda ni lo done. Cuide su credencial de elector, no la pierda, no la venda, no la regale, que no se la roben. No confíe ni en el candidato ni en el partido que le ofrezca algo a cambio de su voto o su credencial.

No desperdicie su voto por un descuido a la hora de marcar en su boleta, tenga cuidado.

No se deje “hipnotizar” por alguna novedad en estos días, que no lo distraigan en banalidades, que no se le pase ir a votar.

Vigile la casilla en la que votará para que todo se haga de manera honesta, sería bueno que estuviera presente a la hora del conteo, por aquello de que los encargados no sean muy buenos para la matemática.

No otorgue su voto a un candidato, partido o coalición que esté en contra de sus principios y convicciones.

Piense, compare, evalúe, pese y vote por el que usted crea que es el mejor.