Desde que Juan Carlos Perez Gongora, salto a la escena pública al demandar a los Directivos de la Confederación Nacional de Camaras de Comercio, se han evidenciado múltiples facetas de su vida laboral y personal, desde haber estado involucrado junto con su esposa Silvia Peña en el robo a una exclusiva joyería, colocar a amantes en puestos públicos cuando fue presidente del PRI y Candidato a la Presidencia Muncipal de San Pedro Nuevo León, extorsión y tráfico de influencias con gobiernos y Municipios a través de su empresa de asesoría Fiscal, pero sin duda lo que más ha llamado la atención es el señalamiento que ha trascendido sobre el padecimiento o trastorno mental de coprofilia mismo que supuestamente padece Pérez Gongora.
La coprofilia que supuestamente padece Juan Carlos Perez Gongora, es considerada una parafilia, es decir un comportamiento de índole sexual en el cual este logra obtener satisfacción y placer, llegando incluso al orgasmo, sin que medie la copulación o relaciones sexuales convencionales al excitarse con las heces, (materia fecal) incluyendo la defecación sobre otras personas objetos o sí misma por alguien más.
Trascendió que fueron varias ocasiones que gerentes o personal de hoteles en los cuales se hospedaba pérez Gongora a lo largo del país, llegaron a quejarse sobre su conducta al dejar las alfombras llenas de residuos humanos e inclusive compañeros, colaboradores y amigos se percataron de esta conducta la cual mantuvieron en secreto.
La conducta mental que supuestamente padece Pérez Gongora, también conocida como “amor a los excrementos” es considerada de las más anormales, extrañas, perversas y escandalosas y la historia marca a Adolf Hitler, como uno de los más conocidos padecientes de esta enfermedad de la mente, Informes realizados durante la Segunda Guerra Mundial aseveran que Hitler era impotente y coprófilo.
