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Luis Elí

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Luis Elí

por: Carmen Munguía

Platiqué con Luis Elí, un niño originario de Hermosillo, Sonora, de diez años de edad, que desde hace tiempo, cada miércoles sin falta, lleva una cartulina a un parque en ruinas para hacer conciencia de la necesidad de reabrirlo. Se trata de “La Sauceda”, lugar que fue el parque diversiones ícono del Estado de Sonora por años. Lo que pide Luis Elí realmente no es un lujo, es un derecho,  el derecho humano que tienen las niñas, niños y adolescentes (NNA) a contar con espacios adecuados para jugar, para entretenerse, divertirse y desarrollarse.

Tengámoslo claro, los derechos de las infancias y de las y los adolescentes son derechos humanos y existe una obligación constitucional de todas las autoridades de todos los niveles, en el ámbito de sus competencias, para respetarlos, protegerlos, promoverlos y garantizarlos.

La última obligación, la de garantizar, se refiere justamente a hacer lo necesario para que las personas vivan sus derechos y que estos no se queden en papel, en las leyes, en los tratados internacionales, etcétera. Y esto tiene muchísimo sentido, porque evidentemente los derechos humanos no pueden ser letra muerta, tienen que atenderse para que impacten positivamente en la vida de las personas. En este sentido,lo que más me impactó en la charla que tuve con Luis Elí, fue su perseverancia, sumada a la convicción que tiene de que algún día van a abrir “La Sauceda”.

Se ha involucrado a tal grado, que habiendo recorrido todo el lugar tantas veces, recreó el parque en un videojuego que él mismo diseñó. Conversar con un niño como él, me puso en contacto con un chip distinto, el de las nuevas generaciones, que ven mucho más allá -sin duda- que las actuales, que no conciben como el mundo adulto, la clase política, los gobiernos de estos tiempos, se frenan, son omisas o sencillamente no pueden resolver  asuntos que ellos y ellas consideran urgentes: un parque, el cambio climático.

Lo veía a él, pensando en albercas de slime como las hay en el nuevo hotel de Nickelodeon como me informó, creando videojuegos con todas las áreas de “La Sauceda” y la imagen me chocaba cuando clavaba la mirada en los cercos caídos, en sus cartulinas pintadas con crayolas, en la maleza, en la imagen de un parque en ruinas que no nada más evidencia la incapacidad estatal de tantos años, de tantos gobiernos,  sino también, la indiferencia, porque no poner en funciones el único gran parque de diversiones de un Estado que carece de espacios dignos y gratuitos para que niñas, niños y adolescentes disfruten su derecho al juego, a la recreación, deja claro que esto es también porque no se le considera un asunto prioritario, a pesar que el derecho a que sus asuntos sean tratados con prioridad es un derecho humano de las infancias y la adolescencia.

Otro asunto que vale la pena comentar, es que Luis Elí ya volvió a clases presenciales y se pellizcó el brazo en varias ocasiones para estar seguro que eso que vivía era real. Pero ir a la escuela, no le basta, jugar solo con el celular es algo que hace porque no encuentra algo más que hacer, necesita salir a jugar, a divertirse, a convivir con la familia, a preparar.una carne asada en un gran parque, por eso en la cartulina que me obsequió se dibujó a sí mismo con su familia en “La Sauceda”, pero no sólo eso, dibujó igualmente juegos especiales para NNA con algún tipo de discapacidad y muchos árboles, porque para él es así sencillo, los árboles ayudan a que tengamos un clima menos caluroso y nos dan alimentos, pero además, no se debe excluir a nadie, menos a otros niños, niñas y adolescentes, porque son personas, por eso, me dejó muy claro, que lo más importante son los árboles y juegos que incluyan a todas las NNA.

Sin lugar a dudas, Luis Elí al igual que Greta Thunberg, representa a las nuevas generaciones, tienen un chip, una forma muy distinta de pensar, no son casos aislados, son generaciones enteras en el mundo, dispuestas a no quedarse de brazos cruzados frente a un mundo en debacle. Debemos escucharles, tomar en cuenta e incluir sus opiniones en los programas de gobierno, los presupuestos, las acciones que se realicen y que afecten sus vidas, en la Secretaría Ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, SIPINNA Sonora, estaré reuniéndome personalmente con las infancias, con la adolescencia, para que la política pública del Estado tome en consideración sus voces, les considere como personas con derechos y ya no más como sujetos de caridad.