Por: Hugo Díaz
Una de las principales cualidades que debe distinguir a un líder en cualquier grupo social por más o menos numeroso que dicho grupo sea, es la capacidad para aglutinar, unir, conjuntar teniendo como estandarte el bien colectivo, y en el entendido que resulta muy complejo mantener a un universo completo, sea el tamaño que sea de dicho universo, se procurará que los inconformes sean los menos. La recién anunciada inédita coalición PRI, PRD y UDC en Coahuila para la renovación de los ayuntamientos se considera en el colectivo como un acierto del primer priista en el estado, al tener este órgano político la mayoría de simpatizantes en la entidad y ser gobierno.
Más allá de las negociaciones y acuerdos que se tomen en dicha coalición, al centro se han puesto una serie de factores que han permitido a la entidad a convertirse en un referente de seguridad, de economía, de estabilidad laboral, entre otros rubros; y ello se ha logrado a base de acuerdos, de convenios, de normas establecidas, pero sobre todo en base a un gobierno que en todo momento está dispuesto a escuchar todas las voces, todos los pensamientos, incluso cuando éstos sean opuestos a las políticas públicas que se han implementado a nivel estado.
Sumar a Unidad Democrática de Coahuila ha sido la decisión, por lo pronto, en el terreno de lo electoral, más acertada que se pudo implementar ante la desavenencia con el dirigente nacional del PAN Marko Cortés. Mucha valía cobra, por supuesto, el comunicado del PAN en Coahuila sobre las amplias coincidencias con el gobierno del estado para mantener a Coahuila en la senda del desarrollo y el progreso.
No es para nadie ajeno lo que sucede en entidades que se encuentran sumidas en una atmósfera de polarización permanente que impide atender las necesidades elementales de sus ciudadanos como la seguridad.
De esta manera el compromiso de Manolo Jiménez gobernador de Coahuila en encabezar un gobierno plural, ciudadanizado permite enfocar baterías en la solución a la diversa problemática que presentan las distintas regiones de la entidad. Nadie puede regatear el capital político que el partido de los tenis mantiene en Acuña, su bastión, Sabinas en donde ha obtenido muy buenos resultados con cuadros y perfiles totalmente ciudadanos y Melchor Múzquiz en donde seguramente están por darse sorpresas.
Manolo está haciendo la chamba, tiene un equipo que lleva a cabo pláticas de cabildeo, es incluyente, pero además respeta las diferencias ideológicas y de opinión que pueden darse, Manolo tiene y conoce el pulso de Coahuila, ha recorrido el estado en infinidad de ocasiones, por ello resulta verdaderamente ridículo que desde un escritorio ubicado a más de 1000 kilómetros de distancia en la comodidad de una oficina con clima artificial se den a la tarea de profundizar en el quehacer cotidiano de nuestro Coahuila.
