El cerrar en casa durante la Liguilla debe ser un fuerte aliciente para que Atlas no afloje el ritmo ante un América que también apuesta por asegurar su pase en una mejor posición
Son los momentos en los que el esfuerzo parecer ser negociable, hasta omitible, en los que mayor aplicación se debe poner en la realización de las labores. La recompensa de ello, siempre, vendrá maximizada, a futuro.
Se baja el telón de la primera fase del Clausura 2015 y el estadio Jalisco se prepara para vestir de gala y atestiguar una batalla que, en el papel, luce de altos vuelos: Atlas en contra de América.
Las vueltas de la vida, del balón y del torneo; Atlas es un fiel testimonio de que todo puede cambiar en un instante. Del agrio sabor de despedirse de la Copa Libertadores y llegar a estar a punto de salir de zona de Liguilla, a cuasi dominar la Liga MX, a una fecha del final regular.
Tras la sacudida en casa de los Gallos Blancos, los Zorros renacieron y empataron ante Chivas y Toluca, para, posteriormente, victimar a Puebla, León y Tijuana, en fila. Bendito sistema: eso bastó para ser uno de los tres equipos que ya están en la Fiesta Grande.
Quizá fueron los viajes a Sudamérica; probablemente, la presión por demostrar su valía en otras latitudes, pero, el equipo de Tomás Boy reconoció que, en este momento, viajar ligero le viene mejor y su funcionamiento mejoró luego de su eliminación de la Libertadores.
Ahora, la meta de los rojinegros no debe recargarse en la reserva, el descanso: tienen la oportunidad de terminar el torneo como líderes generales. Aunque, antes, deben pasar por encima del América y contar con ayuda divina para que empaten o pierdan Veracruz y Toluca.
Cerrar en casa, con el apoyo de la propia afición, siempre será un factor que pese al momento de decidir una eliminatoria a matar o morir y bien vale el esfuerzo demandado, que no es poco.
Y es que del otro lado de la cancha estará América, una verdadera incógnita, un huracán que puede terminar en llovizna o destruir todo lo que encuentre en su camino.
El flamante campeón de la Concachampions arrastra una inercia triunfalista, por el momento. Primero, la gran exhibición ante Impact en Canadá; después, la victimización del Toluca en el estadio Azteca.
La cuestión a desenmarañar es, ¿qué América se plantará ante Atlas? ¿El furibundo, vertical, indolente y fulminante, o el tibio, extraviado e impotente?
Es posible que la posibilidad remota, pero existente, de quedar fuera de la Liguilla, invite al equipo de Gustavo Matosas a lucir lo mejor de su repertorio con tal de asegurar la defensa de su título obtenido en el Apertura 2014.
Cabe mencionar que los Azulcremas podrían terminar, incluso, como líderes del certamen si se conjuga un triunfo suyo con caídas o empate de Chivas, y derrotas de Veracruz y Tigres.
La mesa está servida para que Atlas y América ofrezcan a los fanáticos de la Liga MX una buena prueba de los platillos futbolísticos que les depara la Liguilla del Clausura 2015.