FACTOR ENTRE DOS
Por: José Efraín Caballero Sevilla
La elección en Estados Unidos, para definir al presidente por los siguientes cuatro años, pone en juego el proyecto político al que se someterá la nación norteamericana, proyectos antagónicos representados por Donald Trump del partido Republicano y Joe Biden por el partido Demócrata.
Los presentes comicios, tienen la particularidad, que definirán no solamente el destino económico y político de los Estados Unidos, si no el de diversos países en el mundo, ya que está en disputa, cual proyecto será impulsado por el eventual ganador.
Donald Trump de llevarse la victoria, daría continuidad a su política desglobalizadora, que opta por el nacionalismo y el impulso a su soberanía, como lo ha venido refiriendo constantemente con su lema “America First” conduciendo una política unilateral de proteccionismo comercial y forzando al mundo a “respetar” a los Estados Unidos.
Ha impulsado con diversas políticas, la repatriación de empresas a territorio norteamericano, y ha promovido el aumento de aranceles para las importaciones, dándole de esta manera protección a su industria nacional.
Bajo su lema en 2016 “Haz América grande otra vez” el mismo que Ronald Reagan utilizo en su campaña de 1980, es como ha orientado una política contraria a su antecesor Barack Obama, quien defiende el globalismo, y busca la continuidad del neoliberalismo, a través del Demócrata Joe Biden, del grupo político de Barack Obama.
El presidente Obama en 2016, afirmaba que “no hay un retorno al mundo de antes de la globalización” pero ha tenido que asimilar, que no cuenta ya con la influencia suficiente para hacer prevalecer el proyecto, que ha sido acuñado desde décadas atrás, y del que había sido un importante promotor.
Por su parte, la influencia que goza Donald Trump es tal, que no es casualidad que, tras su victoria electoral en 2016, han surgido países que igualmente se identifican con esa visión nacionalista, que se está volviendo gradualmente más popular en el mundo.
El proyecto nacionalista de Obrador, que pretende recuperar la soberanía y autosuficiencia energética, como de diversas áreas estratégicas, coincide con la actual política norteamericana, donde Trump, a su economía la ha protegido de manera prioritaria, razón por la cual ha emprendido una guerra económica arancelaria contra su principal competidor China, que es por todos conocido. En consecuencia, el déficit comercial se ha ido revirtiendo a favor de Estados Unidos.
La política proteccionista – nacionalista ha hecho eco o ha sido replicada por otros líderes mundiales, entre los que podemos citar además del presidente Andrés Manuel López Obrador, al presidente Turco Erdogan, el primer ministro Israelí Benjamín Netanyahu, el presidente Brasileño Bolsonaro, el primer ministro Británico Boris Johnson y el recientemente designado presidente Argentino Alberto Fernández, entre otros.
Por tal razón, si importa y mucho para nuestro país; quien será el triunfador en la elección Estadounidense, cabe señalar que los Demócratas y sus políticas globalistas, son vistas con simpatía por los partidos de derecha en México.
En días recientes, se han pronunciado diversos líderes mexicanos que se identifican con las políticas de derecha, a favor de Joe Biden, como usted lo ha visto en diversos medios de comunicación.
En contraparte, el nacionalismo que impulsa Donald Trump, tiene similitudes con el nacionalismo actual en México, que ha venido desmantelando los acuerdos hechos por sus respectivos antecesores, un ejemplo es la salida de E.U. del acuerdo de Paris, signado por Obama, como haber dado marcha atrás al acercamiento con Cuba, etc. mientras Obrador dio marcha atrás a las reformas estructurales del sexenio anterior.
Una evidencia, de buena relacion y colaboración entre los dos gobiernos, es la que se está dando en el orden judicial, donde Estados Unidos está llevando a juicio a políticos mexicanos de administraciones anteriores, lo que habla de la sintonía que existe en ambos gobiernos, que dependerá si habrá de tener continuidad, de quien asuma el gobierno norteamericano por los siguientes cuatro años.
Querido lector, tenga un excelente día nos leemos la próxima.
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