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JESÚS “N”

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JESÚS “N”

Por: Hugo Díaz

La semana pasada aquí se habló del gran compromiso que tienen los padres de familia en el proceso de educación de sus hijos. Y se apuntó que se requiere de padres comprometidos en grado mayúsculo para supervisar la formación de los futuros ciudadanos de nuestra sociedad.

Una señora de Melchor Múzquiz acudió ante la agencia del ministerio público para denunciar el robo del que había sido objeto en su propia casa, logrando extraer el ladrón un par de teléfonos celulares además de amenazar a la ama de casa con un cuchillo y un bat de beis bol, según narró a la prensa la propia víctima.

Lo sorpresivo de este hecho denunciado ante la policía es que el ladrón es  hijo de la afectada, un joven de 26 años de edad identificado como Jesús “N”, quien según confirmó la propia madre no es la primera vez que le roba pues en otras ocasiones aprovechando la ausencia de ésta, Jesús ha sustraído de la casa de su madre muebles que después vende en las colonias de la localidad.

La madre del joven comenta que ya no sabe qué hacer con él y  que desea que Jesús no sea un mal ejemplo como padre, pues tiene dos pequeños hijos. El cinismo del joven llega a tal grado que cuando su mamá acudió a ratificar la denuncia y verlo a las celdas municipales éste le pregunto ¡que si le había llevado lonche!; Es verdaderamente el colmo.

No obstante la situación arriba descrita entre los comentarios de los cibernautas que leyeron la nota, destacan algunos que tienden a ponderar a la dama por su proceder para con su vástago, incluso un comentario decía: “más madres como ésta es la que  nos hacen falta en la sociedad”

Parafraseando a los chavos de hoy… ¿es neta eso?, ¿hacen falta más madres como esta en nuestra sociedad?, es decir, queremos más mujeres pidiendo la intervención de la autoridad porque sus hijos les han perdido el respeto?

El primer centro de formación de las personas es la casa y su entorno. Jim Rohn dice que somos una combinación de las 5 personas con las que más pasamos el tiempo y esto no solo por la influencia del entorno sobre el individuo sino que además porque el ser humano aprende por modelado, estos es, copiando el comportamiento de los demás.

Esto explica el porqué de manera repentina nos vemos hablando como los demás hablan, comiendo lo que ellos comen, pensando de la manera en que ellos piensan, vistiendo como ellos visten, incluso tratando a los demás como ellos los tratan.

¿En qué condiciones se desarrolló Jesús para tener tal  comportamiento con su madre?, ¿Qué tipo de correctivos aplicados a Jesús anteceden a este llamamiento que hace su madre a la autoridad para que lo encierren?.

La pregunta sigue siendo en tono serio, de preocupación y ausente de sarcasmo: ¿Hacen falta más madres como la de Jesús en la sociedad para acabar con la delincuencia?

De manera categórica el presidente AMLO considera que la vacunación en adolescentes ya no es tan necesaria para reducir los contagios por coronavirus y que por ende no hay ningún problema para el regreso a las clases presenciales, y como argumento principal para sostener su hipótesis puso el ejemplo de su hijo de quien comentó contrajo el COVID 19 pero no fue nada grave.

Desde inicios de la pandemia los críticos del presidente han comentado que su estrategia para reducir los efectos del COVID 19 está encaminada más a solventar costos políticos que en prevenir la muerte y que la ola de contagios se incremente. Aún y cuando se ha dicho que será finalmente la decisión de los padres de los estudiantes si mandan a sus hijos o no a la escuela, el tema tiene que dar luz a otro pendiente

Imagine un estudiante hizo su  preparatoria en una escuela de dos años y recién la terminó. El semestre agosto diciembre de 2019 hizo su primer semestre de forma presencial; el semestre enero julio de 2020 solo la mitad lo tuvo presencial; después de ahí su tercer semestre que fue de agosto a diciembre de 2020 lo realizó en línea; y el último semestre enero julio de este año lo terminó en el modelo híbrido

De acuerdo con distintas corrientes filosóficas los seres humanos durante la adolescencia tratan de encontrar su lugar en el mundo, es decir, de qué manera encajan en nuestra sociedad, por ello suelen presentar altibajos anímicos constantemente; suelen tener pasajes en los que parecen ser más maduros de lo que son pero en general muestran un comportamiento infantil.

Por ello es importante que los padres de familia hagan una reflexión a conciencia y entre la familia para determinar finalmente la decisión final de si sus hijos asistirán a la escuela o no.

Los padres y tutores desconocen que sus hijos no tienen un desarrollo pleno, en la parte socioemocional, por lo que es urgente atender a este sector de la población con alguna estrategia encaminada a llenar ese vacío que provocó  el confinamiento y la educación en línea, pues se trata de los próximos ciudadanos que estarán incorporándose a la población económicamente activa y/o pasarán a ocupar pupitres en las universidades habiendo pasado de noche su preparatoria, es decir sin haber alcanzado con madurez las competencias en conocimientos, habilidades y actitudes que todo egresado de bachillerato debe tener.

El padre de familia debe agregar a su rol de proveedor de casa, vestido, alimentación y escuela de sus hijos el papel que realmente debe jugar en el triángulo de la educación, el acompañar, supervisar y guiar a su hijo en la escuela. Desarrollar un proceso de implicación que pueda enriquecer el logro académico de los muchachos. A final de cuentas alumnos algún día dejarán de ser… pero hijos lo son para siempre.