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Isabel II me recordó a Alejandro Magno

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Isabel II me recordó a Alejandro Magno

Por: Eusebio Ruiz Ruiz.

Los funerales de Isabel II, monarca del Reino Unido, me recordaron la voluntad de Alejandro Magno, cuando el rey estaba al final de su vida.

En voz de los expertos, el protocolo de los funerales de la reina fue una obra maestra, se cuidaron estrictamente los más mínimos detalles, se dice que Isabel II empezó a prepararlo desde la década de los 60, aseguran que no se le escapó ninguna pincelada. 

Alejandro III de Macedonia, mejor conocido como Alejandro Magno o Alejandro el Grande, se convirtió en rey en el año 336 a.C., en menos de diez años logró extender su imperio por tres continentes, en Europa dominaba Macedonia, Grecia y Tracia; en África, la Cirenaica y Egipto; en Asia, desde Jonia, en el oeste, hasta el Punjab, en el norte de India. 

El funeral de la reina Isabel II me recordó la preparación del cortejo fúnebre de Alejando el Grande, no porque le encuentre semejanzas, sino por las diferencias.  

El rey Alejandro murió muy joven, a los 33 años. Cuenta la historia que al encontrarse al borde de la muerte convocó a los militares de más alto rango y les comunicó sus tres últimos deseos.

Que su ataúd lo llevaran en hombros los médicos más distinguidos.

Que los tesoros que había conquistado (plata, oro y piedras preciosas) fueran esparcidos por el camino hasta su tumba.

Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.

Extrañado y asombrado un general le preguntó las razones de su voluntad.

El rey de Macedonia explicó:

Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos no tienen ante la muerte el poder de curar.

Quiero que mis tesoros cubran el suelo para que todos vean que los bienes materiales aquí conquistados, aquí se quedan.

Quiero que mis manos se balanceen al viento para que todos vean que llegamos con las manos vacías, y con las manos vacías nos vamos.

Lo dicho por Alejandro el Grande todos los sabemos, que tengamos conciencia de ello, es otra cosa.