Monterrey, NL.- La Fiscalía Especializada en Feminicidios y Delitos Cometidos contra las Mujeres del Estado de Nuevo León comunica el resultado de una audiencia de juicio oral penal que ha concluido con una sentencia condenatoria por feminicidio y secuestro agravado. El acusado, identificado como Andrés Braulio “N”, de 36 años de edad, enfrentó cargos por estos graves delitos.
La audiencia, celebrada en abril de 2024, marcó un hito en la lucha contra la violencia de género en la región. Durante el proceso, un Agente del Ministerio Público Investigador (A.M.P.I.) adscrito a la Unidad de Investigación y Litigación Estatal Especializada en Feminicidio presentó pruebas contundentes, incluyendo evidencia documental, material y pericial, que establecieron la participación activa del acusado en los delitos, así como su intención dolosa de causar daño a la víctima con el propósito de privarla de su libertad y causarle la muerte por razones de género.
La defensa del acusado presentó sus argumentos durante el juicio, sin embargo, el A.M.P.I. prevaleció en la postura acusatoria y refutó cada uno de los argumentos presentados. Tras los alegatos de clausura, el Juez desestimó los argumentos de la defensa y otorgó razón a la Representación Social, respaldando el caudal probatorio presentado que demostró sin lugar a dudas la responsabilidad penal del acusado como autor material directo de los delitos de feminicidio y secuestro agravado.
El veredicto del Juez fue contundente: una sentencia condenatoria que sanciona al acusado por ambos delitos. Andrés Braulio “N” deberá cumplir una pena de 80 años y 3 días de prisión, internado en un Centro de Reinserción Social Estatal. Además, se le impone el pago de 12,000 cuotas como multa por los delitos cometidos, así como el pago por reparación de daño y gastos funerarios en favor de los ofendidos por el delito, según lo estipula la ley.
Los hechos que llevaron a esta sentencia se remontan al 4 de febrero de 2020, cuando la víctima, identificada con las iniciales D. E., fue privada de su libertad por el acusado y dos cómplices en la Colonia Real de Palmas, en Zuazua, Nuevo León. Su cuerpo sin vida fue encontrado al día siguiente junto al Libramiento Noreste KM 33, en Escobedo, N.L., con causa de muerte determinada como lesiones craneoencefálicas por proyectil de arma de fuego.
La investigación exhaustiva reveló la conducta misógina del acusado, reflejada en un crimen de odio hacia la víctima por su género, así como en la brutalidad de sus acciones y en el abandono del cuerpo en vía pública.
Esta sentencia representa un paso importante en la búsqueda de justicia para las víctimas de feminicidio y en la lucha contra la violencia de género en Nuevo León.
La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León reitera su compromiso con la protección de los derechos de las mujeres y con la persecución de los responsables de estos crímenes atroces. Esta sentencia envía un claro mensaje de que los delitos de género no serán tolerados y de que los culpables enfrentarán las consecuencias de sus acciones ante la ley.
