Mario Flores Pedraza
Nombre de la columna: “Antítesis”
Uno de los proyectos insignia en esta administración federal, es el proyecto de la refinería de Dos Bocas, Tabasco. Este proyecto busca contribuir para que PEMEX consiga su soberanía energética y que México pueda recuperar su capacidad de refinación. El proyecto en un inicio se presupuestó en 8,000 mdd, a lo que se le hizo un adendum al contrato en por parte de la SENER en mayo 2021 de 1,000 mdd más a lo presupuestado inicialmente.
Esta refinería tendrá una capacidad de refinación de 340,000 barriles de petróleo diario crudo pesado tipo Maya. La duración del proyecto es de 3 años (fecha estimada de finalización es el 22 de julio de 2022), el inicio de sus operaciones se prevé para el 2023 y se
contemplan 20 mil nuevos empleos en la región.
Según el informe de labores de la SENER a mayo 2021, la construcción de la refinería presenta un 33% de avance, se ha devengado cerca de 5,000 mdd (54% del último estimado de inversión), y se estiman 31 mil empleos directos creados y 50 mil empleos indirectos en el proyecto. Este gobierno federal gran parte de su apuesta es impulsar la refinación en el país.
Actualmente hay 6 refinerías en México que están siendo subutilizadas (Salamanca, Minatitlán, Madero, Cadereyta, Salina Cruz y Tula), se compró el 100% de Deer Park en Texas y se está construyendo Dos Bocas. La gran pregunta que tenemos que hacernos es si
¿la refinación es rentable para México?
En el plan nacional de refinación la SENER afirma que en México hay 40 millones de unidades vehiculares que ocupan refinados para su uso cotidiano y que, debido a la falta de inversión en los últimos años, la producción de las refinerías del sistema nacional de
refinación, ha caído hasta valores por debajo del 40% de su capacidad lo que ha provocado un aumento en las importaciones de estos productos, por lo que es necesario aumentar la capacidad de refinación nacional. El objetivo de este plan es que se puedan refinar en México cerca 1 millón 800 mil barriles de petróleo diario, así se reducirá la dependencia de
importaciones del extranjero.
Por otro lado, según un estudio del IMCO sobre la rentabilidad del plan de refinación en México, señala que después de analizar 30 mil escenarios posibles, el plan de refinación en México solo tiene 2% de probabilidad de ser rentable, ya que la diferencia entre el valor del producto refinado como producto final y el valor del petróleo crudo como insumo promedio observado es de 1.9 dólares por barril, una cifra mucho menor al promedio de 70 dólares por barril de la mezcla de crudo mexicana, sin contar la presión fiscal que la rehabilitación de las 6 refinerías y la construcción de Dos Bocas representa.
Lo que es una realidad es que sí dependemos mucho de la importación de productos refinados y si se debemos apostar a mejorar la refinación nacional, pero decir que refinando vamos a salvar la soberanía energética nacional también es una simplificación algo básica.
Sin duda la refinación es uno de los negocios más complicados del sector petrolero ya que es un negocio “centavero” ya que dependes de márgenes chiquitos y tienes que ser ultra eficiente en cada una de las etapas del proceso. Lo cierto es que no podemos tomar
decisiones en este tema en base a nuestro sentido común, como si a nadie se le haya ocurrido antes lo que propone el gobierno actual, que es una transformación de fondo del modelo energético actual.
