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¿Diálogo? Por: Eusebio Ruiz Ruiz

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¿Diálogo?

Por: Eusebio Ruiz Ruiz

Los dirigentes del SNTE y las autoridades de la SEP se reunieron el pasado 7 de julio, el material de trabajo para ambas cúpulas fue la cuestionada reforma educativa, cabe destacar que en esta mesa de diálogo no participó ningún representante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

Según el subsecretario de Educación Básica, Javier Treviño, esta reunión se caracterizó por la colaboración, el diálogo, las coincidencias y los deseos de construir, ¿no se le hace mucha bondad para un tema tan polémico?, en fin, como escribió el periodista y filósofo Walter Lippmann: “En donde todos piensan igual nadie piensa mucho”.

En relación con esta reunión, llegaron a mi mente varias preguntas, que quiero compartir con los lectores:

¿Por qué únicamente participaron la SEP y el SNTE?

¿La voz de los dirigentes sindicales será lo que realmente quiere el magisterio?

¿Por qué la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación no estuvo representada?

¿Por qué no están invitadas otras partes involucradas como los representantes de padres de familia, investigadores en el campo de la educación e incluso la Confederación Nacional de Escuelas Particulares? El problema de la educación atañe a todos, no es monopolio, ¿o sí?

¿Quién representa a los docentes que sí conocen el trabajo en las aulas?

¿Se tendrá miedo a la antítesis de la reforma educativa?

¿Es diálogo o es monólogo?

¿Qué se pretende realmente con este supuesto diálogo?, ¿tranquilizar las aguas?, ¿ganar terreno?

¿El gobierno federal tendrá temor de revisar a profundidad su reforma educativa?, ¿qué hay detrás de ella?

Se tuvo que derramar la sangre el 19 de junio en Nochixtlán; se presentaron movilizaciones en Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Michoacán, Monterrey, Morelos, Yucatán   y el sur de Veracruz, incluso la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) levantó su voz, todo para que el gobierno pare las orejas y haga como que escucha.

Ante la presión, el gobierno federal se vio obligado a establecer la supuesta e incompleta mesa de diálogo, se colocó el disfraz de la escucha, como el lobo con piel de oveja.

El Presidente y la Secretaría de Gobernación deben de recordar que la educación y la reforma educativa nos atañen a todos, no es asunto de unos cuantos “iluminados”.

Los maestros deben cuidar que sus dirigentes no se vendan, no deben permitir que se les dé atole con el dedo, no deben dormir en el periodo vacacional.

El gobierno federal debe saber escuchar, si no escucha los reclamos del magisterio, entonces no sabemos cómo va a terminar este conflicto, sería un grave error que se tratara de resolver con violencia, represión y muerte; cualquiera de las reformas no se impone a sangre y fuego.

Ya para terminar de escribir estas líneas, recuerden que las encuestas en México colocan a los políticos como las personas menos confiables, en cambio los maestros se han ganado la confianza de la mayoría de los mexicanos.