Cine para todos
Por: Sergio Arévalo
Mi abuela organizaba viajes en los cuales ponía películas mexicanas para entretener a los pasajeros, es así como desde muy chico conocí al mimo de México Mario Moreno “Cantinflas”, lloré con la muerte del hijo de Pepe “el toro” y quería imitar la forma de hablar de María Félix. Después la abuela en una promoción compró en una tienda de video “nuevo cine mexicano”, allí vi en secreto (al ser consideradas películas para adultos) películas como “Perfume de violeta” y me sentí el más rebelde de los rebeldes con “Amores Perros”.
Aunque usted los considere una bola de flojos, el Senado de la República el pasado 20 de abril aprobó celebrar el 15 de agosto como el Día nacional del Cine Mexicano, un reconocimiento al cine nacional siendo sin duda para sus creadores y seguidores un paso para todo un camino que se esta construyendo y avanzando aunque a veces pareciera que nosotros mismos ponemos las piedras.
Pese a que muchos todavía lo duden, México es un mercado importante para el cine internacional, según la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica de la cual tal vez jamás habían escuchado pero existe y tienen mucho trabajo, reportan que nuestro país es el 4º a nivel mundial en ventas de boletos de cine y el 10º en recaudación de taquilla.
Muchas veces el escuchar que hay películas mexicanas en cartelera es la invitación para ir apoyar al cine nacional aunque tal vez salgas decepcionado y recordando porque no lo haces más seguido o bien rechazarlo tajantemente, aunque la primera opción es en los últimos años ha sido la ganadora y con una variable (no salen tan decepcionados como creen), solamente en 2016 la película ¿Qué culpa tiene el niño? Ganó 277.8 millones de pesos, No manches Frida 222.3 millones de pesos y La Leyenda y el Chupacabras, 99.4 millones de pesos (jamás imagine que ganara tanto esta última pero ahora entiendo porqué las siguen produciendo).
Todos tenemos algún pariente que al ver películas mexicanas realizadas de los años noventas en adelante dicen cosas como “es puro mugrero” “dicen puras maldiciones” “solamente salen mostrando las chichis”, digamos que todas tienen lo suyo, pero una realidad es que los creadores del séptimo arte se han ido puliendo y aunque la Secretaria de Cultura parece que no quiere dar ni para las palomitas han nacido nuevos programas de promoción del cine, por ejemplo del 2013 al 2016 se produjeron 558 largometrajes mexicanos, de los cuales el 65% contó con apoyos públicos ganando 850 premios en festivales Internacionales (difícil de creer…no tanto).
Recordamos con orgullo y nostalgia a primeros actores como Sara García, Dolores del Río, Emilio “el indio” Fernández , Pedro Armendariz, Joaquín Pardavé entre otros grandes, se podrá hablar de una época de oro, otra de cine musical y de rumberas, cine de terror y de fantasía, todos los géneros han tenido su momento, y atrás de cada película hay muchas personas apasionados soñando con poner en alto el nombre de su país gracias a la pantalla grande.
Hemos logrado reconocer la realización de cine mexicano, es algo que podemos honrar y festejar durante todo el año consumiendo lo hecho en México, si bien y se presta para largo la discusión de que los realizadores deben buscar otro tipo de historias (aunque las que hagan resulten más que taquilleras), no se debe hacer a un lado el esfuerzo que día a día hacen. No es cine de oro, no es nuevo cine mexicano, no es otra película donde sale algún Derbez, es NUESTRO CINE. ¿Hay algo que festejar? Mucho ¿Falta camino que recorrer? Bastante.
