Por: Eusebio Ruiz Ruiz
La mayoría de los astrónomos sostienen que la edad del universo es de 15 a 20 mil millones de años. Desde que el universo empezó a existir se mantiene activo, su movimiento está perfectamente coordinado.
Jorge Loring, en su obra “Para Salvarse”, y en un libro del 6º grado de primaria nos presentan datos interesantes sobre el cosmos, entre los que destacan los siguientes:
Galaxias como la nuestra se conocen cien mil millones, se tienen localizadas 200,000 trillones de estrellas en el Universo, y en nuestra galaxia hay cien mil millones de soles.
En nuestro sistema solar los planetas se mueven de dos maneras: Cada uno en su órbita y cada uno gira sobre su propio eje. En el caso de Saturno, además de estos movimientos, también sus anillos se mueven en torno a él y sus lunas se encargan de cuidar parte del orden de los gases que hay en los anillos.
El Sol se mueve a 300 Km. por segundo hacia la constelación de Hércules; la Tierra va a 107,200 Km. por hora; su velocidad es sumamente rápida pero a la vez muy suave, por eso no percibimos el movimiento.
Millones de estrellas son mayores que la Tierra, la mayor estrella conocida es la DA-240, su diámetro es 60 veces mayor que nuestra galaxia. Todas estas bolas gigantescas se mueven a velocidades muy enormes.
¡Absolutamente todo el Universo está en movimiento!
¡Y todos estos movimientos se encuentran perfectamente coordinados!
Todo este orden requiere de una Gran Inteligencia, la pura materia o la casualidad no pueden coordinar todos estos movimientos que la ciencia ha detectado y los que no ha podido detectar.
Imaginemos el desastre, los daños y las muertes que ocasionarían decenas de autos en movimiento sin nadie que los conduzca; para que no se presente este caos se necesita de los conductores que hacen uso de su inteligencia, conocimiento y habilidades para guiar su auto de la manera correcta; también es necesario el respeto de las normas y señales de tránsito y detrás de esas normas y señales también hay seres inteligentes que las crearon.
¿Podremos imaginarnos el Universo sin esa Gran Inteligencia?, ¿cuánto desorden hubiera sin ese Ser Inteligente?, ¿podemos imaginarnos ese caos?
El movimiento y el orden de los astros no lo podríamos conocer si no fuera calculable matemáticamente.
James Jeans, matemático y astrónomo, que ocupó el cargo de Presidente de la Real Sociedad Astronómica de Inglaterra y Profesor en la Universidad de Oxford afirmó en alguna ocasión que el Creador del Universo tuvo que ser un gran matemático.
Einstein dijo: “La naturaleza es la realización de las ideas matemáticas de Dios”.
Paul Dirac, científico contemporáneo, catedrático de Física Teórica de la Universidad de Cabridge, dijo en la Revista Scientific America: “Dios es un matemático de alto nivel”.
El cosmonauta Borman dijo en la Luna: “Nosotros hemos llegado hasta aquí gracias a unas leyes que no han sido hechas por el hombre”.
Newton y Kepler, gracias a sus profundos conocimientos matemáticos, formularon las leyes que rigen el movimiento de los astros, pero ni uno ni otro crearon esas leyes, porque las estrellas ya se movían armónicamente muchos millones de años atrás. El mismo Newton afirmó: “El conjunto del Universo no podía nacer sin el proyecto de un Ser Inteligente”.
Manuel Álvarez Castrillón y Bustelo, Dr. En Ciencias y Meteorólogo del Observatorio Fabra, y Profesor de Geofísica de la Universidad de Barcelona, se pregunta, al final de un estudio titulado: “Las Incógnitas del Universo”, ¿podremos aproximarnos un poco más a la Sabiduría Infinita y medir los planes de la creación divina? Y en los últimos renglones de esta misma obra concluye: “Solo de esta manera podremos reverenciar, aún más la poderosa mano de Aquel que trazó el mecanismo de las esferas desde su omnipotente e irreducible infinito”.
Robert Jastrow, científico fundador del Instituo Goddard para Estudios Espaciales de la NASA, Presidente del Comité de Exploración Lunar de la NASA, profesor de Astronomía y Geología, dice: “El repentino nacimiento del Universo es un hecho científico probado… Fue literalmente el momento de la Creación. En su libro “Dios y los Astrónomos” dice: “Cuando el astrónomo llega a la cumbre de sus conocimientos del origen del cosmos, le dan la bienvenida los teólogos que estaban allí desde hace muchísimos siglos”. Los teólogos han dicho lo mismo que los astrónomos: El cosmos comenzó por un acto de creación y su Creador es un Perfecto Matemático.
