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Bayern Munich: La aplanadora alemana

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Bayern Munich: La aplanadora alemana

Por: Nazario Assad

El pasado domingo terminó la UEFA Champions League, en una temporada que si bien fue increíblemente atípica, inobjetablemente terminó coronando al que fue el mejor equipo de todo el continente por mucho, el Bayern Munich, que a pesar de su inicio titubeante, donde incluso tuvo que relevar a su entrenador, terminó con una temporada histórica en la justa europea, al convertirse en el primer equipo que gana absolutamente todos los partidos del torneo, y no solamente fue ganar, fue aplastar a sus rivales, teniendo victorias de hasta por 6 goles de diferencia, la más impactante en cuartos de final al ganarle por un arrollador 8-2 al Barcelona de Lionel Messi.

El Bayern Munich es el equipo referencia alemán históricamente, en una liga donde generalmente suele captar todo el talento local de los demás equipos para mantener un dominio importante, permitiéndole mantener cierta jerarquía competitiva a nivel Europa, teniendo ahora 6 Copas De Europa/Champions League, con la peculiaridad que en todas las conquistas el entrenador fue precisamente un alemán, tradición que se siguió cumpliendo ahora con el “interino” ex jugador del Bayern, Hans-Dieter Flick, quién a pesar de no tener una gran carrera como entrenador, tenía un amplio conocimiento y relación con la mayoría de los jugadores del plantel, al haber sido asistente en la selección alemana de Joachim Low del año 2006 al 2014 donde ganaron la Copa del Mundo.

Desfilaron entrenadores extranjeros de alto perfil como Giovanni Trapattoni, Louis Van Gaal, Pep Guardiola y Carlo Ancelotti, sin lograr tener éxito en la principal misión que tiene el Bayern cada temporada, ganar la Champions League. Mala suerte, mejores rivales, cierres de ciclo de jugadores, complicaciones de lenguaje o adaptación, por X o Y razón, ninguno pudo con el paquete que representó el Bayern, cuando en el inter de esos años donde estuvieron ellos, entrenadores nacionales como Ottmar Hitzfeld, Jupp Heynckes, y ahora Flick, lograron la máxima gloria, los dos últimos ganado el famoso triplete (Liga, Copa, Champions) y con eso alcanzando al Barcelona como los únicos 2 clubes europeos que cuentan con dos tripletes.

Dentro del surreal año que hemos vivido, para Bayern todo lo atípico comenzó desde el segundo semestre de 2019, cuando aún siendo entrenados por el croata Nico Kovac, comenzaron la temporada perdiendo la Supercopa Alemana, y en noviembre, estando lejos de puestos de pelea por la Bundesliga, ante un escenario de incertidumbre total para el resto de la temporada y con una derrota humillante contra el Eintracht Frankurt por 5 a 1, llevaron a la directiva del Bayern, encabezada por el presidente Oliver Kahn a despedirlo y nombrar como entrenador interino a Hans-Dieter Flick, cuyo más reciente puesto había sido ser el director deportivo de la selección de Alemania, en una decisión que tomó por sorpresa a más de uno, pero que al final terminó dándoles toda la razón a quienes lo eligieron.

36 partidos dirigidos en todas las competencias, 33 ganados, 1 empatado, y solo 2 perdidos, el último de ellos en el ya lejano 11 de enero, fueron los números arrojados por el Bayern de Flick, que terminó ganando con cierta facilidad la Bundesliga y la Pokal, además de la Champions, recuperando mentalmente a jugadores que se les veía ya como irrelevantes en el equipo como Thomas Muller, que pasó a tomar el conocido rol protagónico que todos le conocemos.

Mención honorífica aparte merece todo el staff y cuerpo médico del equipo, que fueron una parte medular del éxito del club este año, y representan en buena medida la cultura alemana de todos contribuir en sus responsabilidades para lograr las metas establecidas. Dentro de lo atípico de la temporada, donde tuvieron no solo un parón de juego los jugadores por el Covid, sino dos, al haber terminado ellos su liga 1 mes antes que los demás equipos, diseñaron un plan de entrenamiento impresionante para los jugadores donde se enfocaron en ganar músculo y fuerza, sin perder ningún tipo de aceleración para que cuando regresaran a jugar fueran unas máquinas y pudieran usar eso a su favor sin resentir el no jugar, prueba de ello son las innumerables fotos que se hicieron virales de cambio físico que sufrieron algunos jugadores de antes a después del parón, la más famosa de ellas la de Leon Goretzka.

La aplanadora de Munich terminó arrollando a todos, y con sus engranes funcionando a perfección cada que fueron requeridos; Neuer volvió a ser el mejor portero del mundo en el momento más indicado, Boateng y Alaba brindaron la seguridad necesaria, Kimmich representó ser el siguiente gran jugador alemán de su generación, Muller retomó el liderazgo del equipo, y Lewandowski fue campeón de goleo en todas las competencias en las que participó. Otros jugadores de rol más intermitentes durante el año rindieron a tope como un Thiago Alcántara que seguramente se irá del equipo, jugadores en préstamo como Coutinho y Perisic quienes dieron frescura al equipo y anotaron o asistieron cada que estuvieron en el campo, y por último jóvenes revelaciones como Alphonso Davies, Serge Gnabry, y el autor del gol del título, Kingsley Coman, que si bien no es un desconocido, apenas tiene 24 años y no le pesó el escenario de la final para marcar la diferencia.

Sin demeritar su pizarra, la cual siempre fue superior a la de sus rivales, incluida la final donde demostró una de las cualidades más complicadas a lograr por parte de los entrenadores, que es la dirección de campo, lo ejecutó a la perfección al corregir en el segundo tiempo los embates constantes que tuvo el PSG de Thomas Tuchel en el primer tiempo con una estrategia de cortar el juego constantemente a base de faltas sistemáticas o posesiones largas, logrando que se jugara a lo que el Bayern quería y no sufrieran el final de partido, el mayor logro de Flick fue la inmejorable gestión de vestidor que tuvo, para lograr que todos aportaran y rindieran con el mayor de los compromisos, ya que la calidad de jugadores siempre estuvo ahí. Llega ahora Leroy Sané para la siguiente temporada a aumentar aún más las múltiples armas con las que te pueden anotar y fulminar los bávaros, ahora el reto para este Bayern y para Flick, es la responsabilidad de emular el sextete logrado por el Barcelona de Guardiola en 2009, y tienen muchas chances de lograrlo a mi parecer, veremos como evoluciona este equipo y este entrenador para mantener esta superioridad, pero al menos por ahora, pinta para seguir siendo toda una aplanadora alemana donde quiera que se presente, y los demás clubes deberían estar tomando nota que también decisiones con pensamiento fuera de la caja, y dándole una importancia fuerte a la gestión del grupo y no únicamente a la pizarra, pueden llevar a proyectos muy exitosos como fue Zidane en el Madrid, y como lo fue en este caso de Flick con el Bayern.