Me había abstenido de hablar sobre este tema pues los medios se han completamente saturado de Trump estos últimos meses. Se olvidaron del resto del mundo y se enfocaron solamente en su horrible retórica y controversia que sucedía todos los días. Con la esperanza de que la cobertura sobre este empresario acabara este pasado martes 8 de noviembre ahora resulta que por 4 años más vamos a tener que verlo en nuestros medios de comunicación. Que horrible, no?
Ha sido muy interesante ver este fenómeno suceder. Reportes de niños en escuelas aclamando “Trump” para denotar actos de racismo entre ellos. Ataques físicos y verbales a gente de color en sus asambleas. El famoso muro y la tragedia de nuestro presidente que no pudo dar la cara ante este abusador. La tristeza del rechazo del americano por un mundo globalizado y unido. El lenguaje tan despectivo mostrado hacia las mujeres. Y más.
Estados Unidos es un país complejo que en el pasado ha votado por otros hombres de honor cuestionable, y el problema no está en que parte del pueblo haya estado insatisfecho con Obama y haya usado su voto para mostrar esa protesta, sino que el hombre por el que votaron, como dice el cineasta Michael Moore, es una “bomba molotov”. Se muestran burlas sobre su cada vez más frecuente inaptitud para gobernar, falta de experiencia y temperamento volátil e infantil, y lo que el votante sintió bien para mostrar su rebeldía por un momento reflejara cuatro años de seguro arrepentimiento.
Cada movimiento tiene su contracorriente, y ahora por la insatisfacción de la gente en Estados Unidos millones han salido a marchar en contra de este hombre gritando “Not my president.” Y con buena razón, pues según las elecciones Hillary gano el voto popular. (link) Lo interesante que se podría decir de todo esto es la reacción de una gran cantidad de líderes de todo tipo. Gente en los medios, músicos, dueños de empresas y más se han pronunciado en contra de ese lenguaje de odio y división. Sé que en México no somos libres de pecado, pero al menos sé que aquí nadie apoya a un político con una agenda racista.
Alguien que promueve odio entre las masas no debe estar ni cerca del poder, aun así vemos a un hombre que empezó denunciando a los mexicanos como violadores al inicio de su campaña y en su discurso de aceptación como presidente dice que debemos unirnos. Lo que vemos en realidad es otro caso de un lobo vestido de oveja, y es algo que nunca debemos olvidar. Se demostrara que es tan falso como sus promesas pues reportan que ya quito su polémica prohibición de los musulmanes de la página web de su campaña. La gente ha sido engañada una vez más. Con la promesa falsa de mantener la supremacía blanca unos cuantos años más han votado por un farsante. El problema es que esa sociedad ya no existe y deben empezar a asimilarla, puesto que la mayoría de los mileniales voto por la primera mujer candidata a presidenta.
El mundo sobrevivió ocho años de George W. Bush y su agenda de terror, y lo hará una vez más. El detalle ahora está en aprender de nuestros errores, y aceptar al resto del mundo como es, pues mientras lo queramos negar, es una realidad a la que todos nos dirigimos.
