La joven estrella de los Chicago Bulls encara su tercera temporada con dos objetivos en mente: hacer resurgir a una franquicia histórica que no pisa los Playoffs desde el 2017 y ser la figura local del All-Star Game 2020.
El pequeño receso de febrero es una de las fechas clave de cada temporada NBA, un momento en el que la competición se frena para poner atención en una sola ciudad y un evento que lo marca todo: el All-Star Weekend. Conseguir formar parte de los 24 jugadores que disputan el partido de las estrellas es uno de los retos y sueños que cualquiera dentro de la liga aspira alcanzar a lo largo de su carrera. Uno de estos soñadores es Zach LaVine, la estrella de los jóvenes Chicago Bulls, un jugador que está al alza y que viene de completar su mejor temporada individual a pesar de los insuficientes resultados del conjunto de Illinois.
El nativo de Washington quiere brindar al público de la Windy City el honor de conseguir su primera elección para un All-Star Game en la ciudad para la que juega. Chicago acogerá el fin de semana de las estrellas entre el 14 y el 16 febrero de 2020: será el primero para la ciudad desde 1988, ocasión en la que fue premiado con el MVP un tal Michael Jordan.
Hablar de LaVine como candidato al All-Star no es descabellado en absoluto, pues se quedó a las puertas de conseguirlo en 2019, al menos según el apoyo popular. El escolta fue superado tan solo por Kyrie Irving, Kemba Walker, Bradley Beal, Kyle Lowry, Victor Oladipo y Ben Simmons entre los exteriores.
En conversación con Eric Woodyard de ESPN, el bicampeón del concurso de mates (2015 y 2016) ha dejado claras sus intenciones de cara a la inminente temporada 2019-2020. No lo tendrá fácil, más cuando la Conferencia Este está repleta de exteriores de altísima calidad y que vienen pisando fuerte como las jóvenes promesas. Sin embargo, LaVine no duda de sus posibilidades, tanto apoyado por el público como por méritos propios.
“Si sigo jugando como se supone que debo jugar, no hay ninguna razón por la que no debería ser All-Star o All-NBA”, comentó el escolta de los Bulls a ESPN en unas declaraciones optimistas para la inminente campaña. “Espero estar allí durante todo el fin de semana, y si tengo las piernas en condiciones, obviamente me encantaría competir en el concurso de mates, pero tengo que asegurarme de qué es lo mejor para mí y para el equipo”, dijo LaVine al respecto de su intención de cara a febrero.
Después de conseguir superar sus problemas de rodilla, el jugador de 24 años ha dado un paso adelante, consagrándose como la referencia goleadora de Chicago y madurando enormemente durante un año difícil para los Bulls. Así, LaVine firmó su mejor año en promedios con 23,7 puntos, 4,7 rebotes y 4,5 asistencias por partido, superando la barrera de los 60 encuentros.
La salida de Jimmy Butler supuso el fin de una era llena de éxitos para la franquicia de Illinois, terminado un período de nueve años en el que en solo una ocasión los Bulls no se clasificaron para los Playoffs. Ahora, tras dos años sin pisar la post-temporada y con Jim Boylen al mando de la nave, Chicago quiere iniciar una nueva era liderada por un grupo de jóvenes prometedores.
A la presencia de Zach LaVine y Lauri Markkanen, llegan pisando fuerte Wendell Carter y Coby White con el objetivo de mejorar un balance de 22 victorias y 60 derrotas que es uno de los cuatro peores registros de toda su historia.
La estrella del conjunto rojo es consciente de que ninguna de sus aspiraciones individuales como el All-Star y el All-NBA pueden suceder sin una mejora colectiva que lo acompañe, por ello centra sus esfuerzos primero en dar un paso adelante en lo colectivo. “Todo viene con ganar”, dijo LaVine. “Siento que si ganamos y estamos en las posiciones correctas, el cielo es el límite para mí. Tuve un año de calibre All-Star el año pasado, pero tuvimos 22 victorias, por lo que quedó un poco oculto. Pero así es como se supone que debe ser cuando tienes 20 victorias“, aseguró.
Los Chicago Bulls debutarán de forma oficial el martes 23 de octubre ante Charlotte Hornets, a las 18:00 horas de México y 20:00 horas de Argentina.
