Grupo Metrópoli

Voz de pueblos indígenas

La vida en rosa
Por Nidia Sánchez

Qué somos sino lengua, palabra con la que se crea todo, así como Dios al séptimo día o como la imagen central del calendario Azteca…, me sacudió como ráfaga este pensamiento mientras escuchaba atenta la magia que emana el maestro Juan Hernández Ramírez, Premio Netzahualcóyotl de Literatura en Lenguas Indígenas (2006) por su obra Chikome xochitl “Siete flor” Conaculta-INBA, defensor de la lengua náhuatl y de todas aquellas con las que se narra la cosmovisión de los pueblos originarios.

Poeta y narrador en lengua náhuatl y español, originario de Colatlán, municipio de Ixhuatlán de Madero, norte de Veracruz, merecedor en 2018 de la Medalla “Adolfo Ruiz Cortines” por su compromiso con las etnias de Veracruz y sus esfuerzos en la preservación de las lenguas indígenas mediante el impulso y difusión de la creación literaria por parte de la LXV Legislatura.

Es Licenciado de Educación Media en Lengua y Literatura Españolas por la Universidad Autónoma de Tlaxcala, formado en numerosos talleres de Creación Literaria en Lenguas Indígenas por parte de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y el Conaculta.

Es presidente de la “Asociación de Pueblos Originarios de México Ketzalkoatl”, que creó con el objetivo de seguir conservando la identidad a través de trabajo y desarrollo comunitario, de la lengua, preservar la cultura apoyando a las comunidades con asesorías.
A causa del obligado encierro mundial se refugió en su hogar, la Huasteca, donde ha dedicado tiempo a meditar cómo retomar actividades para que las lenguas originarias sigan vivas y también la música con instrumentos como guitarra, violín, jarana, entre otros.

Defensor de las lenguas originarias, ha trabajado para preservar la auténtica cultura patrimonial, las lenguas teneek, náhuatl, popoluca, totonaco, que existen en el territorio de Veracruz y que contempla varias etnias.
La voz poética Juan Hernández es Premio Continental de Lenguas Indígenas “Canto de América” por el libro “Tlatlatok tetl” (Piedra incendiada) otorgado por Escritores en Lenguas Indígenas A.C., recibido en la sala Netzahualcóyotl de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Nuestro defensor de las lenguas indígenas, refiere que el español es nuestra segunda lengua, que han intentado hacer homogénea desde los tiempos de Rafael Ramírez, tratando de borrar las raíces culturales, dejando huellas y memorias de dolor desde aquel entonces, cuando a los niños se les castigaba por hablar su lengua de origen.
Como hablante náhuatl, nos comenta, ha tenido mucho contacto con el conocimiento dentro de la cultura de su lengua, penetrando a la cosmovisión, al mundo de estos pueblos.
En Veracruz como en todo el país, está la dirección de educación indígena que debe dar la educación en las lenguas originarias para que ninguna de estas culturas muera, pero es aquí donde radica un problema porque la Secretaría de Educación otorgó poder a personas que nada tienen que ver con la educación, aunado a que la educación indígena exige una atención especializada.
La educación que debería ser en estas lenguas originarias, deja mucho que desear, confiesa el maestro Hernández, quien conoce las entrañas de la docencia en la que prestó servicio durante 41 años, donde se entregó decididamente como Director en Educación Indígena, Inspector Bilingüe, Jefe de Zonas de Supervisión de Educación Indígena, castellanizador, maestro de grupo, Asesor Técnico Pedagógico en la Jefatura de Zonas, entre otros cargos.
Es en 1980 en la región de Chicontepec, donde se dio a la tarea del rescate, desarrollo y preservación de valores culturales y educativos de las etnias Náhuatl, Teenek, Hñahñu, Jamasapigni de la región huasteca de Veracruz, donde se practicó la escritura de poesía, narrativa, cuentos, mitos y leyendas en cada una de las lenguas maternas y se tradujeron al español, además se entregó al rescate de la música y danzas autóctonas.
De manera particular, explica, al referirse a las actividades de la Asociación, estamos organizando grupos para concientizar hablar sobre el valor de las culturas, los rituales, todo lo que concierne a la cultura, música, danza, la lengua, la tierra, el conocimiento.
En estos recientes días, desde Xalapa el poeta Juan Hernández se coordina con cuatro integrantes de la Asociación que preside, en tanto que tiene otros colaboradores como en Tantoyuca, la maestra Esperanza de la Cruz Ramos, quien reúne niños que hablan la lengua originaria y les enseña a leerla, además apoya a otros infantes que quieran hablarla, debido a que considera que las lenguas se están perdiendo porque hablan predominantemente español en los municipios como Chicontepec, Papantla y otros lugares, donde hay presencia de culturas indígenas en el estado.
Ese es uno de los factores que inciden para que la cultura vaya desapareciendo, si la educación fuera incluyente no nos avergonzaríamos de nuestras identidades, a mí no me avergüenza ser un indígena náhuatl, hablante, podríamos sentirnos orgullosos de la identidad pero las escuelas no enseñan eso, es como si mostraran que hay culturas que no tienen valor.
Es necesario destacar que todas las culturas en el mundo tienen su propio valor, se debe visibilizar y donde quiera que estén darles apoyo, nos hace falta mucha educación, enfatiza.
Una de las actividades que van a impulsar es tratar de que los niños aprovechen a los artistas que hay en cada comunidad, donde tocan violín, tienen música tradicional, si hubiera manera que las comunidades apoyaran con una casa para que el artista local comparta sus conocimientos, serían muy interesantes los resultados.
Existe una gran riqueza cultural, cada comunidad tiene las danzas del elote, el agua, el maíz, el venado, entre muchas otras que se están perdiendo porque los bailes y música comercial nos invaden, así que la tarea es preservar los orígenes ancestrales.
Ojalá alguna institución pudiera apoyar en preservar las danzas y música de los pueblos originarios.
Otro tema del que es necesario tomar acciones, y que surge en sus reuniones de trabajo, es la alimentación de nuestros pueblos originarios.
Resolveríamos mucho de la problemática de la mala alimentación en los pueblos, con el cultivo y consumo de amaranto, ajonjolí, promover la crianza de aves de corral para consumir carne, sembrar calabacitas y otras legumbres nutritivas, así nos evitaríamos muchísimas enfermedades.
Recordó la creación del Instituto Nacional Indigenista que lamentablemente dejó al frente a dirigentes que no tenían conocimiento de los pueblos originarios. Llevaban programas a los pueblos pequeños, aves de corral, donde no les daban seguimiento y esto no es así, todo desarrollo conlleva una educación.
Es necesario, por ejemplo, que si les llevo semillas les voy a enseñar todo el proceso hasta obtener los frutos o legumbres.
Es mucho de educación y parece ser que no nos hemos dado cuenta que México es pluricultural, cada uno tiene su propia enseñanza.
Muchos de los recursos con los que ha trabajado la Asociación de Pueblos Originarios de México Ketzalkoatl, han sido aportaciones de los integrantes, alguna vez del área de la Secretaría de Gobierno, y es que para todas estas actividades necesitamos vehículo, gasolina, alimentación, entre otras cosas.
El maestro Juan Hernández ha sido voz de los pueblos indígenas de México en escenarios como la biblioteca de la Universidad de París, La Sorbona, una de las más antiguas y reconocidas del mundo, donde ha compartido lectura de poesía náhuatl.
Entre sus obras podemos mencionar Auatl iuan sitlalimej (Encinos y estrellas) Fondo Editorial de Culturas Indígenas, Gobierno del Estado de Veracruz (2001); Hamerle Editori (publicación en italiano y español) “Los soles de la vida” poema de largo aliento en antología con poetas indígenas mexicanos, Voci Di Antiche Radici, Dieci poeti indigeni del Messico.
En 2006 “Eternidad de las hojas”, monolingüe en español; en 2007 Chikome xochitl (Siete flor) editado por Conaculta y la Dirección General de Culturas Populares; 2008, Totomej intlajtol (La lengua de los pájaros) editado por el Gobierno del Estado de Veracruz; 2010, Tlatlatok tetl (Piedra incendiada) Editado por Escritores en Lenguas Indígenas y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
En 2013 Antología Salvador Díaz Mirón, III Festival Iberoamericano de Poesía, Solar, Servicios Editoriales S.A. de C.V. México; en el mismo año, “Del Teatro del Silencio al Parnaso” antología dedicada al poeta hondureño Juan Ramón Molina, Organización Mundial de Poetas, Escritores y Artistas, editado en Estados Unidos.
En 2014 Tlixochimili (Jardín de fuego) poesía náhuatl-español, Solar Servicios Editoriales México; en 2015, Trois voix de la terre-Tres voces de la tierra-Tlen tlali eyi tostli, Antología poética de tres autores en las lenguas francés, español y náhuatl, Asociación Soleil-Olin, París, Francia.
En 2015 Ketsalpapalotl-Paillon-Quetzal-Mariposa-Quetsal, Antología Poética, lenguas náhuatl-francés-español, Editions Soleil Olin, París, Francia; en el mismo año, Tlalxiktli-Ombligo de la tierra, poesía náhuatl-español, Conaculta, IVEC, Gobierno del Estado de Veracruz.
En 2016, Tlen atl eyi tlachialistli-Tres miradas sobre el agua-Trois regards sur 1´Eau, tercer libro de poemas, tres autores en tres lenguas, coedición.
En 2018, Tepemej ininkuik-Cantos de la montaña, publicado en España; en 2019, Xochitlajtoli, Poesía contemporánea en lenguas originarias de México, Círculo Poesía, México.
Es en 2019 también que presenta su obra Ejekateskatl-Espejo del viento, poesía náhuatl-español, que contiene sabiduría, filosofía, ética, cultura escrita en verso libre y que cuenta la historia del pueblo náhuatl, son 13 poemas como número mágico, que aporta imágenes del origen del pueblo náhuatl, cómo sucumben ante una invasión y a pesar de todo siguen aquí, su tierra, dedicado a Colatlán, lugar náhuatl donde nació.
Es en ese mismo año que presenta Sintli Itos-La voz del maíz, libro de cuentos, mitos y leyendas de la huasteca, náhuatl-español, editado por el Gobierno del Estado de Veracruz.
Tiene ocho obras inéditas: In kouatl ikuik-El canto de la serpiente, cuentos y leyendas de la huasteca; Xochitlalpan-Lugar de flores, poemas para niños; Siete piedras del Alba, poesía en español; Sombras de piedra, poesía en español; Canto sobre las cenizas, poesía en español; hebras de agua y luz, poesía para niños en español; Haikus y poemas pequeños, poesía en español, y Luniria, poesía en prosa y verso en español.
El maestro Juan Hernández colaboró en la traducción del español al idioma náhuatl de la huasteca de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Veracruz Llave, editado por el Gobierno del Estado de Veracruz, además de la traducción al náhuatl de “Los Derechos de los Pueblos y Comunidades Indígenas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, editado por el gobierno federal.
Premio “Aportación a las Letras Mexicanas” por parte del VIII Maratón Nacional de Lectura, Poesía y Cuento Corto, que se llevó a cabo en Xalapa, Veracruz.
Queda mucho por decir de la trayectoria del maestro Juan Hernández, es apenas un esbozo que enmarca su genuino interés por continuar el rescate de la riqueza cultural de los pueblos originarios.
No podemos dejar esto olvidado, es un acicate, las culturas en nuestro país podrían estar desapareciendo y no hay atención, así que hay que trabajar en forma colectiva o individual, que no olviden lo que son porque si desaparece alguna de ellas, desaparece parte del rostro de lo que somos.
TLEN MESTLI XIUIMEJ
HOJAS DE LA LUNA

I

Nepa elki, Tamoanchan tlaloyan,
nepa elki, Yaualinchan tlaloyan,
nepa elki, Teotiuakan tlaloyan,
kampa iyojyok tikitakej tlaltipaktli
kampa mochijke tlen achtoui tetl.

Ipan ne tlaloyan yolki tlamatilis,
neka tijualikaj mijtotilistli iuan kuikatl,
ketsaltik chalchiuitl uitsitsilin ijuitl,
tiokuitlatl, tlen tonatij ikuetlaxo tetl,
xochitl, kuikatl, mijtotilistli, tlamatilistli.

Tlen nepa tlaloyan tijualikaj olintli
tlen ipan tlakatl iyolo tlakati
axmosiyajkaua nejenemi, moassi,
chalchiuitl papalotl kitemoua
nikanij, tlalpan, ipan tlaltetl.

Namaj nikanij tochaj
tlen nepa kampa tiyasej axtijmatis,
namaj, nikanij, san xochitl iuan kuikatl.

Nikanij, san ome, siuatl ta, tlakatl na,
nikanij, kej xochimej ipan tochaj.

I

Fue allá, en el lugar de Tamoanchan,
fue allá, en el lugar de Yahualinchan,
fue allá, en el lugar de Teotihuacan
donde vimos por primera vez el mundo
y donde se forjó la primera piedra.

En aquel lugar nació el conocimiento,
de allá traemos el canto y la danza,
la preciosa pluma de colibrí de jade,
el oro, la piedra que es la piel del sol,
la flor, el canto, la danza, el saber.

de aquel lugar traemos el movimiento
que nace del corazón del hombre
que camina sin descanso, encontrándose,
buscando la mariposa esmeralda,
aquí, sobre la tierra, sobre sus terrones.

Es aquí ahora nuestra casa
y de allá, donde hemos de ir no sabemos,
por hoy, aquí, solo flor y canto.

Aquí, solo dos, mujer tú, hombre yo,
aquí, en nuestra casa como las flores.
II

Estlimakaketl, siuatl,
atl tlachialnekistli, tlatsotsonaltlanestli,
nochipa uaktok tlalpotektli ojtli,
naui ojtli, nojia uajkapaj, tlatsintlaj
ikon nijtlalanas tlaltipaktli iuan eljuikak.

Chalchiuitl noachkajui, xoxoktik mosiuayo
kuatitllamitl, ika mestli iuan yoltok teskatl
sitlalimej ajuiyak atepexitl
tlen ueyatl pankisa xaltlauili
kiauitl tllauitoli iuan tlajkuilojlo miauatl.

Siuatl, ikuayo mitl iuan xiktli
ti kuayojnemi ipan tlapetlantli eltlapali
iuan tlayoua mestli kin ita kuatinij
tlen totomej ika kuikatl tlaauetstli.

Siuatsin atl ikuayo,
nochipa uitstli kipia payankaxochitl
ipan sesej tlaltetl tlen yeuali kiuauana.

Ti nejnemis sensontototl xoxoktik ekauili
ipampa tetl peyontok tlitl tenepantlaj,
tlen xochimej, xochimej, xochimej.

II

Surtidor de sangre, mujer de piedra,
obsesiones de agua, auroras musicales,
caminos de polvo casi siempre secos,
los cuatro rumbos, también arriba, a bajo
para levantar al mundo y el cielo.

Compañera de jade, tu sexo verde
bosque, con lunas y espejos vivos,
cascada fragante de estrellas
la luz de arena que sale del mar,
arco de lluvia y espiga escrita.

Mujer, tallo de flechas y ombligo,
cabalgas en alas del relámpago
y la luna mira los árboles en la noche,
en los pájaros con lluvia de cantos.

Hembra con tallo de agua,
las espinas siempre tienen rosas
por cada guijarro que socava la noche.

Caminar la sombra verde de cenzontles
entre el fuego gastado por las piedras,
de flores, de flores, de flores.

III

¿Teipaj nitonatij kanij tiouij?
¿Inkuej tsiktik-xoxoktik xochimej
nojia uelis san se tlatoktsij?

Tlen postekij ijuitl tlajtolmej.

Ketsaltikej tetinij iuan tiokuitlatl
axkanaj ipan tlali neluajkatlaj,
ijkatsaj ipan sekinok inxayak nikanij tiitstokej
kej se ajuiyakatl tlen axkanaj mopixtinemi,
kej se tlali ika tetl iuan tepexitl
iuan se sintli tlen ayojkanaj estli, chiauak eltok.

Yani tieltokej ipan nitlitlajtolmej tonatij
kampa sekinok kitlapantikatej
xochikali
ipampa siuamej ayojkanaj kinneltokiliaj.

¿Teipaj nitonatij, kanij tiasej?

¿Tlaj tsayantokejya xochimej?

Tlen siuatsin iniuaya ixochiuaj tlatskintli
nech iuintisej ika mestli atl
tlaj ayoj akaj kipixtok tlen kualtsij xochitl,
niun koyolij tlen kuika atl?

III

¿A donde vamos después de este sol?
¿Las flores con falda verde-azul,
también serán acaso por un momento?

Las palabras son plumas que se quiebran.

El oro y las piedras brillantes
no son raíz profunda en la tierra,
pero aquí estamos en el rostro de los demás
como un aroma que no es nada casto,
como una tierra con piedras y barrancos
y un maíz que ya no es sangre, sino aceite.

Esto somos en este sol de palabras de fuego,
donde los otros están rompiendo
la casa de las flores,
porque las mujeres ya no creen en ellas.

¿A dónde iremos después de este sol?
¿Si las flores ya están destruidas?

¿Qué mujer con su ramillete de flores
me embriagará con el agua de lunas,
si ya nadie posee flores finas,
ni cascabeles con el agua que canta?

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