Una taza y dos de cultura
Por: Sergio Arévalo
Suena exagerado, pero cada vez que veo un niño o adolescente leyendo siento un respiro. Creo que todavía tenemos esperanza, que ser “influencers” en las redes sociales no es la aspiración de todos. Me tocó en una visita a la librería que un niño estuviera por un buen rato pasando por donde estaba el libro La historia interminable, se le quedaba viendo, de rato lo ojeó, le llamó mucho la atención la impresión a dos tintas (petición desde un principio de su autor), de rato se lo llevó pidiendo a su padre que se lo comprara, de rato iba saliendo muy contento y más contento terminará seguramente cuando lo termine de leer.
Michael Ende era un escritor que tenía la capacidad de transportar a niños, jóvenes y no tan jóvenes a mundos de fantasía maravillosos, algunos lo ubican por Momo otra de sus obras literarias, lo encargan mucho en algunas secundarias y prepas. Volviendo al tema, una de las características principales de La historia interminable es la diversidad de públicos a los que llega, pudiendo ser un libro favorito de personas con edades comprendidas entre los 10 y por qué no 100 años.
No olvidemos que la lectura pone en al arte nuestros sentidos, ayuda al desarrollo de las capacidades del cerebro y despierta la imaginación, curiosidad y creatividad. Sin duda es la lectura parte fundamental para enriquecer el conocimiento y por tanto amplía los márgenes dentro de los cuales se toman decisiones, ¿por qué? al leer nos permite salir de nuestra zona de confort, si pensabas que el mundo era cuadrado, después de un libro no dudes que pienses que es un rombo, es parte de la magia.
Tal vez algunos de ustedes no han leído el libro y visto solo algunas partes de la película que pasan muy seguido todavía en televisión abierta . En el relato, Bastian es un niño miedoso que no encuentra el coraje ni para pelear por lo que quiere ni para defenderse de quien lo molesta. Un día se encuentra en una librería con un inusual libro que decide llevarse para leer. En la historia que se cuenta en el texto, un mundo llamado ‘Fantasía’ está a punto de desaparecer porque está siendo consumido por la ‘Nada’. Ya no les cuento más para que vayan y lo busquen. No se arrepentirán.
Al hablar de este libro, algunos pueden sacar diferentes lecciones de vida, cada quien lo interpretará de manera diferentes, aquí rápidamente podemos señalar 4:
a) Hay que luchar contra la tristeza para que no te arrastre. Y es que es tan fácil dejarse arrastrar esos días en que nos invade la pena. No digo que no haya que sentir la tristeza, por supuesto que sí, eso es sano, pero hay que tener los ojos bien abiertos y no dejarse llevar.
b) Fantasía se está muriendo porque los hombres han empezado a perder sus esperanzas y a olvidar sus sueños. No podemos vivir sin Fantasía. Podemos sobrevivir, vegetar pero no vivir. Llámala como quieras (magia, ilusión o nuestro niño o niña interior) pero cuídala y mantenla viva como si del primer fuego robado a los dioses se tratara.
c) –Eso ha ocurrido porque fracasé.
–Al menos lo has intentado. Como bien decía el abuelo de Pequeña Miss Sunshine (2006), «un fracasado es aquel que tiene tanto miedo de fracasar que ni siquiera lo intenta».
d) –¿Por qué no cumples tus sueños, Bastian?
–No puedo: mi padre dice que tengo que tener los pies en la tierra.
Es importante ser previsor, racional y tener los pies en la tierra pero no más que soñar, buscar la felicidad y ser un poco loca. No somos robots, así que párate, sueña y lucha por ello.
El libro se convierte en un reto y vivirlo se vuelve la verdadera prueba al final. Leer no es escaparse para evitar la realidad. Leer es tomar acción frente a los obstáculos, casi siempre hablando de manera significativa, más que literal.
¡Prueba! ¡Sueña¡ ¡Ponte a desear que ocurran cosas! Siempre habrá quien te diga que no sirve para nada, que son tonterías, que no conseguirás nada, blablablá. Como bien enseña el libro, la vida brilla más si tú pones de tu parte y buscas la magia en la cotidianeidad de la vida