El oro, la plata y el bronce de la XXVII Olimpiada Nacional de Química brillan en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Johanna García Montemayor, Samuel Martínez Tapia y Luis Macías Gamboa, estudiantes de la Preparatoria 7, son quienes portan las preseas por obtener, respectivamente, el primero, segundo y tercer lugar en la categoría A de la competencia.
El encuentro se disputó del 25 de febrero al 1 de marzo, en la ciudad de Puebla, Pue. Los bachilleres de la UANL compitieron con otros 185 jóvenes del país.
“La olimpiada se divide en tres exámenes: el primer y segundo examen son como la prueba estatal.
“En el tercer examen son problemas con mucha mayor dificultad, ya que en un problema se abordan hasta tres áreas de la química”, señaló Luis Fernando Macías, de 16 años.
La evaluación incluye áreas como estructura atómica; periodicidad química; nomenclatura de compuestos orgánicos e inorgánicos; reacciones químicas; balanceo de ecuaciones; termodinámica; ley de los gases; equilibrio químico; química orgánica; y bioquímica, entre otros.
Para demostrar sus habilidades prácticas, los jóvenes también desarrollaron dos experimentos por área teórica en laboratorio.
A través del Club de Química de la Preparatoria 7, la maestra María Teresa Sánchez Guevara instruyó a los estudiantes para la selección estatal. Profesores de la Facultad de Ciencias Químicas de la UANL apoyaron a Johanna, Samuel y Luis en la fase nacional.
En la categoría B de la olimpiada nacional, Víctor Manuel Rosas Guajardo de la Preparatoria 9 y Katia García Álvarez del Centro de Investigación y Desarrollo en Educación Bilingüe (CIDEB) obtuvieron medalla de bronce.
Johanna busca pase a Olimpiada Internacional
Tras conquistar el oro en la XXVII Olimpiada Nacional de Química, Johanna García Montemayor se prepara para obtener uno de los cuatro pases a la edición número 50 de la Olimpiada Internacional de Química, en Praga, República Checa, y Bratislava, Eslovaquia.
Para lograrlo, la joven competirá contra 14 estudiantes del país, quienes también destacaron en la competencia nacional.
En total se seleccionarán ocho jóvenes; los primeros cuatro irán a la Olimpiada Internacional y los cuatro restantes representarán a México en la XXIII Olimpiada Iberoamericana de Química, en El Salvador.
“En las mañanas voy a cursos en la Facultad (de Ciencias Químicas), para prepararme y lograr mi pase al internacional. Le he puesto muchas ganas y espero poder seguir avanzando”, explicó Johanna.
“Para la internacional hacen un examen diferente, más complicado, de temas que no hemos visto, pero que vienen con la teoría, para ver qué tanto podemos entender por nuestra cuenta”, agregó la estudiante de la UANL.
Fue en 2016 cuando Johanna se adentró de lleno a la química. Para el 2017, la joven de 17 años obtuvo su primer logro: medalla de plata en la XXVI Olimpiada Nacional de Química.
Ahora que superó su meta y quedó preseleccionada para el concurso internacional, la universitaria aseguró que pondrá toda su energía y conocimiento para poder representar a México y a la UANL.
“Este año fue mi segunda vez participando. Nunca me había visto como alguien que fuera a destacar en algo, pero después de eso me di cuenta que tengo la capacidad, que podía llegar a algo y aquí estoy”, aseguró la estudiante.
Participar en las olimpiadas de química le ha permitido a Johanna García reafirmar su deseo de estudiar la carrera de Químico Industrial en la UANL.
Cabe destacar que Johanna García Montemayor obtuvo el primer lugar durante el Proceso de Asignación de Espacios en la Educación Media Superior del Estado de Nuevo León 2016, al obtener el más alto puntaje entre más de 40 mil aspirantes al sistema de preparatorias de la UANL.
Samuel y Luis, amigos unidos por la ciencia
Para Samuel y Luis, obtener las medallas de plata y bronce en la XXVII Olimpiada Nacional de Química fortalece una amistad que surgió con la ciencia.
Se conocieron en secundaria, ahí los jóvenes descubrieron el gusto por entender el porqué de las cosas.
Esa curiosidad los llevó a participar en olimpiadas de informática, matemáticas y, recientemente, en química.
“Nos gusta la ciencia en general, no solo un área; ese momento de buscar algo desconocido hace que cualquier área de las ciencias sea interesante.
“Lo difícil y lo no difícil es algo relativo. La clave es buscarle la diversión al momento de encontrar lo gratificante en la materia, en la ciencia, eso le resta mucha dificultad”, aseguró Samuel Martínez Tapia, de 16 años.
Actualmente Samuel y Luis cursan el segundo semestre de preparatoria. Al igual que Johanna, ambos tienen interés en la carrera de Química Industrial.
Mientras concluyen la preparatoria, los jóvenes cuentan con una última oportunidad para reforzar su conocimiento y obtener el oro en la próxima Olimpiada Nacional de Química, que les permita aspirar a disputar un encuentro internacional.
“Este año, que ya tenemos la idea de qué vamos a ver, tenemos un más fácil aprendizaje, porque ya venimos más preparados.
“Debemos entender que el desarrollo de la ciencia es fundamental para una sociedad; la ciencia mejora nuestra calidad de vida. México podría mejorar mucho con el desarrollo de la ciencia”, puntualizó Luis Fernando.