Tiene razón Castañeda
Por: Luis Torre Aliyán
El Abogado Amigo
Parte esencial de la finalidad de “la pluma”, además de informar, es generar conciencia en el foro lector, dependiendo el contenido, a veces en los ciudadanos, y muchas otras en los actores políticos, para que tanto unos como otros, reflexionen en cuanto a una determinada postura por fijar, o decisión política por tomar, respectivamente.
Y es que iba a darles una profunda opinión sobre Peña y su #JoderAMéxico, pero considero que no vale la pena: Usted, tiene clara su postura respecto a él, y él, bueno, está más que claro que no escucha, ni lee, ni toma en cuenta nuestras posiciones antes de tomar alguna decisión política, no les presta atención, vamos, ni siquiera antes de hablar. Por ello no profundizaré, solo un comentario.
“Un Presidente no creo que se levante, ni creo que se haya levantado, pensando en cómo joder a México”, fue lo que dijo. Coincido, eh; yo tampoco creo. El problema de Peña radica en su incongruencia: Es el Presidente que al mismo tiempo que habla de transparencia, guarda en su figura política el más puro concepto de opacidad; es el Presidente que al mismo tiempo que abandera la reforma educativa, atraviesa el escándalo de haber plagiado su tesis de licenciatura; es el Presidente que al mismo tiempo que presume impulsar el sistema anticorrupción, afirma el problema es cultural, sostiene que en corrupción, nadie puede lanzar la primera piedra, y él mismo es señalado por todo un país como uno de los principales protagonistas de dicho cáncer.
Lo persigue su incongruencia, y es ésta, la que se encargará que de aquí a que se vaya, lo que diga, bien o mal, carecerá de credibilidad colectiva; simplemente, Usted: ¿Qué credibilidad le daría al consejo profesional de un nutriólogo que sufre severo sobrepeso?
Pero, bueno, dejemos a Peña, gracias al tiempo cada vez falta menos.
No quiero dejar de compartirle mi opinión sobre un capítulo de discrepancia que protagonizaron hace dos semanas Jorge Castañeda (aspirante a una candidatura independiente a la Presidencia de la República en 2018) y Lorenzo Córdova (Presidente del INE), que aunque no tuvo tanta difusión, llamó mucho mi atención:
“Oye, Lorenzo, a mí me encantaría tener una discusión académica contigo, sobre si las candidaturas independientes son demagógicas, o no, son sueños para creyentes en la iglesias, o no; todos esos temas son interesantísimos, y como eres una persona inteligente y muy formada, podríamos tener una discusión muy interesante; solo te pido una cosa: Renuncia antes, regresa al Instituto de Investigaciones Jurídicas, y entonces, de académico a académico discutimos; el problema ahorita es que eres el árbitro, y no puedes andar descalificando a los jugadores”.
Eso le dijo Castañeda a Lorenzo, en una auto grabación que el primero compartió a través de su cuenta de twitter; luego de que el Presidente del Instituto Nacional Electoral vertiera ciertas opiniones un tanto negativas en relación al rol que juegan las candidaturas independientes en México, partiendo de que el fundamento en que sostienen sus campañas quienes representan tales candidaturas (el argumento de que al votar por ellos estás votando por un ciudadano y no por “los políticos de siempre”) es simulación, pues, dijo, aunque participen a través de una candidatura independiente, al participar el sujeto ya es un político también. Minimizó, además, el valor de ese tipo de candidaturas en el sistema electoral mexicano, llamándolas un simple “mecanismo alterno”, al sistema tradicional (de partidos políticos).
Coincido con ambos. Pero tiene razón Castañeda. Lorenzo Córdova no está más en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, y desde su actual responsabilidad es absolutamente inapropiado que se refiera a las candidaturas independientes de una u otra forma (sea positivo o negativo el comentario), como de igual modo lo sería si hablara del PRD, del PRI, del PAN, etcétera.
Es cierto: “Vota por un ciudadano y no por los políticos de siempre”, es demagogia, porque al participar, ya se está haciendo política –el sujeto es un político en estricto sentido-. Pero Córdova no es quien para decirlo, no desde esa posición.
¿Usted qué opina, estimado lector?