En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Legisladora, María Concepción Landa García Téllez, presentó una iniciativa de reforma de en la que pide que la violencia obstétrica y política sean considerados tipos de violencia en la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el Estado de Nuevo León.
Al presentar la iniciativa de reforma en tribuna, señaló que la violencia obstétrica, la cual se genera en el ámbito de la atención obstétrica en los servicios de salud pública y privada y consiste en cualquier acción u omisión por parte del personal de estos servicios, que cause un daño físico y/o psicológico a la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, que niegue, restringa o condicione el acceso a servicios de salud reproductiva, o cause un trato cruel, inhumano o degradante, o un abuso de medicalización, que es el proceso por el que problemas no médicos se tratan como problemas médicos, normalmente en términos de enfermedad y trastorno, menoscabando la capacidad de decidir de manera libre e informada sobre procesos reproductivos y salud reproductiva.
“Se considerarán actos constitutivos de violencia obstétrica los ejecutados por el personal de salud, consistentes en: no atender oportuna y eficazmente las emergencias obstétricas, alterar el proceso natural del parto de bajo riesgo, mediante el uso de técnicas de aceleración, sin obtener el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer”, consideró.
“Practicar el parto por vía abdominal con operación cesárea, existiendo condiciones para el parto natural o vaginal, sin obtener el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer, obstaculizar el apego precoz del niño o niña con su madre sin causa médica justificada, negándole la posibilidad de cargarlo o cargarla y amamantarlo o amamantarla inmediatamente al nacer”.
Agregó, que en el caso de la violencia política se da mientras que las mujeres avanzan en escaños políticos, se enfrentan a retos, trabas y obstáculos continuos que buscan impedir ese avance y volver a situarlas en posiciones secundarias. Esto implica un ataque directo al ejercicio de la democracia, porque la democracia se ve enriquecida y colmada con la participación activa de las mujeres, ya que esta participación implica representatividad y diversidad, lo que en su conjunto complementa y enriquece el entorno político.
Por lo anterior, Concepción Landa García Téllez pidió que la violencia política sea considerada como el conjunto de acciones y/o conductas agresivas, cometidas por una persona por sí o a través de terceros que causen daño físico, psicológico o sexual en contra de una mujer o de su familia, en el ejercicio de la representación política para impedir o restringir el ejercicio de su cargo, o inducirla a tomar decisiones en contra de su voluntad, o de sus principios o de la ley.