Por: Eusebio Ruiz Ruiz
Américo Villarreal Anaya, César Augusto Verástegui Ostos, Arturo Diez Gutiérrez Navarro, los felicito por lanzarse de candidatos para gobernar el Estado de Tamaulipas, los tres son gente ya grande, comprometida, con trayectoria laboral y política, esposos y padres de familia, todo esto hace que a lo largo de la vida crezcan no sólo en edad, sino también en experiencias y sabiduría, por estas razones espero que las campañas políticas de cada uno de ustedes irradien madurez y estén libres de infantilismos o pleitos de adolescentes, los tamaulipecos merecemos unas campañas de altura, hay confianza en que así sea.
Independientemente de que lleguen o no al cargo deseado, es de suponerse que cuentan con los talentos necesarios no solo para gobernar, sino para gobernar bien, de no ser así sería de mucha honestidad, valentía, humildad y digno de alabarse, retirar la candidatura.
En nuestro País, los políticos son las personas menos confiables, la clase política está desprestigiada, no tiene credibilidad, el reto que tienen es ganarse la confianza, el desafío es mayor para el que triunfe, será su tarea durante todo el sexenio.
Dos de ustedes van en coalición, esto posiblemente hable de mentes abiertas a distintas ideologías políticas y de la búsqueda del bien común por encima de los partidos políticos, es algo positivo; lo negativo podría ser que no sean ni de aquí ni de allá, que en la realidad no estén pisando en ningún lado, esto último sería lamentable.
Recomendable es que se vacunen en contra de la hybris, enfermedad que con frecuencia afecta a los políticos, una revisión diaria de su vida con una fuerte dosis de humildad sería bueno para que no pierdan piso y que constantemente se ubiquen en la realidad.
Un escrito anónimo del siglo XIV dice que el Diablo tuvo una hija llamada Soberbia, y la dio como esposa a los gobernantes, sin embargo, yo estoy seguro que por ser hombres virtuosos pueden demostrar lo contrario.
No olviden que se van a encontrar diariamente con los lamebotas, tengan cuidado con ellos, son aduladores, no son amigos, hacen daño, que ellos no los hagan creerse dioses, recuerden que ustedes y yo somos simples mortales.
El que triunfe en las elecciones tendrá la oportunidad de poner en práctica la macrocaridad a lo largo y ancho de Tamaulipas.
Sean prudentes al hablar, no prometan cosas que no podrán realizar, no hablen de más, las obras hablan por sí mismas, se puede dudar de lo que dicen, pero no de lo que ya hicieron o de lo que hacen, la mejor manera de decir es hacer, las obras en beneficio del pueblo tamaulipeco serán la mejor señal de la veracidad.
Durante la campaña sean inteligentes en el uso de los recursos materiales, el que despilfarre estos bienes es el menos apto para gobernar.
No pierdan el tiempo descalificando, metiendo zancadillas o tratando de demostrar lo negativo de sus rivales políticos, mejor expliquen sus propuestas y su viabilidad. Respeten a sus oponentes, si no tienen respeto por las personas, ¿qué tipo de gobernante podemos esperar?
Estos tres señorones de la política no tienen necesidad de convertir sus campañas en un show-golpeteo, la madurez que tienen no permitirá hacer una política-espectáculo.
El que resulte electo es para el sexenio completo, no sea traicionero, no quiera irse antes de tiempo por correr detrás de otro hueso, en la política también se estrellan si van de prisa.
Gobernar es servir, recuerden el sexenio es para servir gobernando, no para que crezcan y se multipliquen “milagrosamente” sus riquezas, ni para que sus funcionarios se hagan millonarios en seis años. Cuando la riqueza alcanza ciertos niveles es fruto de la injusticia y de manos pestilentes que tomaron lo ajeno. En el mundo ya hay demasiada deshonestidad, no sean ustedes parte de este montón.
Sin lugar a dudas los tres son personas con valores morales, que éstos no queden sepultados por la ambición de los valores económicos.
Una política sin principios o sin ética, un poder sin normas, ni al gobernante ni a los gobernados conviene. Urge cambiar la manera de entender la política para dotarla de mayor prestigio, ustedes juegan un papel importante.
Sean respetuosos de la dignidad de las personas, no pretendan comprar a la gente con gorras, playeras, tortas, vasos, etc. La persona está por encima de las conveniencias políticas.
Cuiden a toda esa juventud que andará apoyándolos en las campañas, no los enfrenten, respétenlos, protéjanlos cuando los transporten en vehículos, no pongan en riesgo sus vidas.
En Tamaulipas se necesita un gobernante con autoridad, el desorden provocado por los violentos, así lo requiere, tampoco esperamos un dictador.
Si de pronto en el caminar de la vida política o durante el sexenio ya no se tiene la capacidad de sentir vergüenza cuando se ha faltado a la honradez, entonces los tamaulipecos estaremos ante un sinvergüenza. Collin Powell afirma que la vergüenza es una buena brújula moral.
No se preocupen tanto por el lugar en donde los ubican las encuestas, hay cosas más serias que deben interesarles: La trata de personas, la violencia reinante, el tráfico de drogas, la desaparición de personas, el tráfico de armas, la explotación sexual, el poder del crimen organizado, la explotación que se hace de las personas en las largas jornadas laborales, la pobreza de la educación académica, la destrucción de las familias… ¿Por dónde va a empezar el próximo gobernador?
Uno de los tres será el que gobierne nuestro Estado ¿Qué hará para que en Tamaulipas se acaben los sacrificios humanos ofrecidos al demonio del crimen organizado?