Por: Claudia Heredia
Este domingo entre las luces y flashes en Dolby Theatre en Hollywood, y la presencia espectacular de quienes se congregaron en torno al 91 Premios de los Oscar, nos deja a través de la cinta “Roma” indiscutiblemente grandes enseñanzas.
La alfombra roja, que nos recuerda el rojo intenso de la tricolor bandera, como el corazón de quienes apostábamos al triunfo de México con sus 10 nominaciones, un suceso verdaderamente histórico: Mejor Película, Mejor Película en Lengua Extranjera, Mejor Director (Alfonso Cuarón), Mejor Actriz (Yalitza Aparicio), Mejor Actriz de Reparto (Marina de Tavira) Mejor Fotografía, Mejor Diseño de Producción, Mejor Guión Original, Mejor Mezcla de Sonido y Mejor Edición de Sonido.
¿Qué nos muestra la película, pero sobre todo que nos dijo Cuarón a los mexicanos con su magistral obra cinematográfica? Por cierto ganadora de 3 estatuillas, lo que es un hecho histórico y que nos regala precisamente el 24 de febrero, un día muy especial para nuestro lábaro patrio.
La industria del cine en el país, no es del todo alentadora para la producción, por lo que los capitales para la inversión millonaria que implica un producto como “Roma” habrá que atraerlo muchas veces de afuera. Eso por un lado.
Por otro lado la historia que plantea una realidad social de desigualdad e injusticia en el tema de las empleadas domésticas, con todo y lo enriquecedor de proyectar al México de los ´70s nos conduce a reflexionar en su propuesta más allá de las críticas e impresiones que recibió y me refiero a la de expertos en el ramo. Las demás “críticas” que lejos de serlo fueron desprecios y actitudes hostiles, mostrando racismo y discriminación a una humilde joven que su único pecado fue haber sido seleccionada por un genio quien se propuso retratar crudamente la realidad en todos sus matices, desde la colonia Roma en la Ciudad de México.
El talento y la capacidad creativa del cineasta, artista de la escena, y su visión, como estratega para ejecutar la obra escrita y dirigida por el mismo, incluyendo a una chica no actriz, además de pueblo originario presentándonos un trabajo tipo espejo donde cada mexicano espectador se refleja perfectamente así mismo de acuerdo a sus valores.
Sin duda “Roma” es un parteaguas en el cine mexicano, y todo el equipo a cuadro o detrás de cámaras, ha puesto a México muy en alto. Eso como espectadores y ciudadanos debemos agradecerlo, puesto que el reconocimiento representa gran orgullo para el país.
Aún más que el séptimo arte, sea valorado y apoyado en nuestro propio país que a final de cuentas, se traduce en números, en una economía que aporta al PIB, y la generación de empleos, y oportunidades para mucha gente.
Si, así como la oportunidad de oro que el ahora ovacionado director le brindara a una profesionista egresada normalista, aunque esto causara sentimientos polarizados, muchos de admiración y reconocimiento a su esfuerzo, ganándose el corazón y el aplauso de millones por su empeño e innegable valor de mujer; otros lamentablemente de envidia y malestar por el triunfo ajeno.
Bien por “Roma”, bien por Cuarón, bien por Yalitza Aparicio y bien por todo el equipo que hicieron posible un rotundo éxito para nuestra querida patria, a través del multipremiado film, y bueno como dice un refrán, “Roma no se hizo en un día”.
Así el cine mexicano ha dado un importante giro, ahí la lleva demostrando que aún hay mucho camino por recorrer y definitivamente tenemos mucho que aprender.
La autora es Escritora y Activista. Promotora Cultural, Impulsora de Derechos Humanos, a través Vive Mejor Ciudadano A.C