Tlamatinime
¿Qué vamos hacer?
Por: Eusebio Ruiz Ruiz.
El título es la pregunta que surge desde mi interior, manifiesta la impotencia y el temor que siento ante tantas muertes violentas, todos los días se van incrementando las familias heridas gravemente por la muerte de alguien muy cercano, quedan llagas profundas e incurables que irradian miedo, rabia, odio, desánimo, resignación y en algunas almas buenas sentimientos de perdón y compasión hacia los criminales.
Me dijeron que en Tamaulipas los mejores años estaban por venir, por lo pronto ya se pasó más de uno, y seguimos sumergidos en el desorden que provocan los violentos.
Ante las armas de los enemigos de nuestra sociedad han caído la abuela, el abuelo, el padre, la madre, el hijo, el hermano, el pariente, el amigo, la maestra, el alumno, el anciano, el joven, el vecino, el conocido, el sacerdote, el político, el niño, la familia completa, el guardián del orden, el culpable y el inocente.
En materia de seguridad los vientos de cambio no nos han favorecido, no han soplado con la suficiente fuerza para devolvernos el derecho a vivir en paz. En mi Estado sigue reinado la violencia, la inseguridad y la muerte. Es triste decirlo, pero en Tamaulipas gobierna el crimen, y estoy cansado –como muchos- de que así sea.
No alcanzo a entender la forma de violencia cruel, salvaje, sanguinaria, brutal y aterradora que nos ha tocado vivir, la bestialidad actual se vuelve un desafío al entendimiento.
Las muertes violentas de seres humanos -algunas de ellas me han dolido demasiado y otras no me han dejado indiferente- me llevan a la pregunta: ¿qué vamos a hacer?, porque yo no quiero dejar a las generaciones que vienen una sociedad enferma de violencia; no veo clara la hora en que llegue el orden y la tranquilidad para Tamaulipas, ¡que impotencia!, ¡que indefensos estamos ante los criminales!, nadie está seguro, ni siquiera tenemos seguridad en nuestros hogares. Estamos en manos de los asesinos, no hay autoridad que impida las acciones de los que están sedientos de sangre.
La historia bíblica se repite, los Abeles siguen siendo las víctimas de los Caínes, la sangre de los inocentes y el llanto de muchos hoy también claman al Cielo. Sigue llorando el personaje bíblico de Rebeca porque sus hijos han muerto a manos de los reyes de la muerte, el Herodes que hace más de 2 mil años mandó matar a los niños sigue vigente en las personas que hoy viven para matar.
A los criminales, a los indiferentes, a los que se han acostumbrado a vivir en la violencia y a los responsables de velar por los derechos de la seguridad y la paz se les puede cuestionar como Dios lo hizo con Caín: “¿En dónde está tu hermano?”, ¿en dónde está tu hermano asesinado, torturado, desaparecido, secuestrado y humillado?
Gracias exgobernadores por el Tamaulipas fuera de control y sin autoridad que nos heredaron, ¿cuál es el estado de vida digno para ustedes?
