¿Qué implica una reforma constitucional?
Arnoldo Huerta Rincón
“La base de nuestros sistemas políticos es el derecho del pueblo a hacer y modificar sus constituciones de Gobierno” George Washington.
La Constitución es la base de todo sistema político y de Gobierno. Se divide en dos partes generales: la parte dogmática, donde vienen los derechos fundamentales y sus garantías, y la parte orgánica, que se encarga de organizar los derechos, atribuciones y obligaciones de las personas físicas y las instituciones públicas.
Existen también principios básicos de toda Constitución Política, sinónimo o acepciones de ésta, es decir, la Constitución como Ley máxima en un país democrático también se le conoce como controladora de poder, respeto a la división de poderes, pacto social de los ciudadanos, protectora de derechos humanos, entre otras.
Las Constituciones de los países pueden ser modificadas de diferente manera, acorde a los estipulado en cada una de ellas, de acuerdo a la forma de reformarlas se le conocen como flexibles o rígidas. En el caso de México, se considera una constitución rígida, ya que de acuerdo al artículo 135 constitucional, para que ésta Ley Fundamental sea adicionada o modificada, se requiere el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes que conforman el Congreso de la Unión y que esto sea aprobado también por la mayoría de las legislaturas de las entidades federativas; es decir, es rígida porque su proceso de modificación tiene un proceso legislativo que implica complejidad.
¿A qué viene lo anterior? Como es sabido, en las últimas elecciones la mayoría de la población dio su voto de confianza al Partido Morena y los partidos aliados, para que tuviera mayoría calificada (hasta este momento) en el Congreso de la Unión y en algunas legislaturas estatales. Por lo que se observa que las iniciativas constitucionales presentadas en este sexenio presidencial, podrían realizarse próximamente.
Los cambios constitucionales implican no solo un cambio legal, sino un cambio político y social importante y, también, el uso de recursos materiales y económicos para hacerlos realidad. Asimismo, históricamente las reformas constitucionales, al iniciar una nueva Presidencia de la República, inciden directamente con el proyecto de nación y/o programa de Gobierno que se busca aplicar los próximos seis años de la administración pública.
Cualquier tipo de reforma constitucional, tomando en cuenta lo antes expuesto, debe ser analizada y realizada con la mesura debida, en consideración a los efectos directos e indirectos, así como externos e internos de la misma; porque si bien es cierto, y como lo dice el artículo 39 constitucional, que la soberanía nacional reside en el pueblo y que el pueblo tiene el derecho inalienable de alterar o modificar la forma de gobierno, también lo es que al ser México una democracia representativa, esa voluntad popular se traslada a sus Diputados y Senadores, por lo que éstos tienen la responsabilidad de establecer el camino constitucional y legal que llevará al país al destino que de la sociedad, que siempre tendrá que ser, el mejorar las condiciones generales de vida.
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MENCIÓN ESPECIAL: En el marco del pasado día de la libertad de expresión, felicitar a las y los periodistas y comunicólogos que ejercen esa noble labor y que todos los días se ponen en riesgo al practicar la profesión.
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