¡QUE CONSTE,… SON REFLEXINES!
POR SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS.
El día 5 de octubre, publicó Juan Valedíaz un documento: “El francotirador de Tlatelolco”, EN VARIOS DE LOS LIBROS ESCRITOS CON José García Sánchez; EL 68 VISTO A LOS 68. LA DICTADURA DE LA MEMORIA: EL PODER DE LOS INDIGNADOS Y 68: LA TRAICIÓN SE VOLVIÓ GOBIERNO” hemos escudriñado cómo en el silencio y la complicidad los jóvenes del 68 fuimos víctimas de la traición y de los traidores además de los chacales que con los acuerdos del presidente, del Estado mayor Presidencial y la complicidad del Secretario de gobernación y otros grupos de policías, rompieron con el compromiso y llevaron la masacre de Tlatelolco, tendremos que reconocer, como lo iremos comentando en otros libros que están en proyecto y en preparación, uno en especial, en colaboración con Leopoldo Mendivil escritor de varios libros, entre ellos SECRETO 1910. SECRETO 1929 Y SECRETO R, ahora, tenemos como proyecto escribir EL SECRETO 1968, ahí, por supuesto, saldrán a la luz muchos de los nombres de los “padrotes del 68” y de los eternos líderes estudiantiles que han vivido del cuento y de cómo, desde esos tiempos, eran ellos los que pretendían llevarnos a visitar a los políticos en el poder con los cuales muchos negociaron y fueron vitales para su formación política y sus carreras o sus negocios, jugosos negocios que les han permitido ser, ahora, viejos ricos del 68. Pero se es otro tema a tratar, finalmente, el tiempo es la madre de la verdad.
“Hizo su carrera en el Estado Mayor Presidencial (EMP) del que llegó a ser jefe en el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988), un cargo que le dieron como premio al silencio que guardó sobre lo ocurrido el 2 de Octubre de 1968. Carlos Humberto Bermúdez Dávila, el oficial que iba al mando de los militares que comenzaron los disparos desde los edificios que rodean la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, y que desató la masacre que marcó la vida contemporánea del país, murió “solo y abandonado” en los primeros días de agosto pasado. Su papel como jefe de los francotiradores, y uno de los que disparó contra la muchedumbre aquella tarde quedó revelado por el jefe de inteligencia militar del EMP que lo sustituyó”: Jorge Carrillo Olea.
“El año de 1966 fue clave en la carrera militar de Bermúdez Dávila. En su expediente se lee que entre octubre y noviembre hizo una gira de “ORIENTACIÓN POR DIVERSAS INSTALACIONES DE INTELIGENCIA DEL EJÉRCITO DE LOS ESTADOS UNIDOS”. De esas visitas tiempo después vendría el primer grupo de instructores norteamericanos, quienes prepararon a militares del Estado mayor Presidencial en tácticas de sabotaje, explosivos y labores de francotirador”
“En unas de las acciones ordenadas por Gutiérrez Orpeza, con autorización de Diáz Ordaz, de las que entonces el Secretario de la Defensa nacional, Marcelino García Barragán, aseguró no estar enterado (Como tampoco lo estuvo con el asunto de los francotiradores ordenados por el presidente). Lo hizo tiempo después, cuando subordinados suyos le informaron que en el campo de tiro del EMP había un grupo de estadounidenses entrenando oficiales con explosivos”, esos mismos fueron los que desataron la ola de terror con los atentados que nos achacaban a nosotros, así, no hay duda que también en 1968, los norteamericanos, obligando a Litempo uno y Litempo dos a actuar con la represión total y asesinando estudiantes, querían que en México se provocara el Golpe Militar, el cual le fuera ofrecido a García Barragán al otro día del dos de Octubre y donde este militar nacionalista y patriota no aceptó, y para sorpresa de todos los mexicanos que debemos indagar sobre el tema, un militar como García Barragán, logró que no se diera el golpe militar ordenado por los norteamericanos y salvó el civilismo del país, por alguna razón Lázaro Cárdenas, siempre sostuvo una estrecha amistad con él, porque desde los tiempo de la campaña de Enríquez Guzmán demostró su casta y patriotismo.
“Bermúdez fue el prototipo de jefe de Estado Mayor Presidencial que hizo su carrera y recibió ascensos como “abre puertas y carga portafolios” de políticos, según sus contemporáneos. También fue el hombre que sabía cómo estuvo la trama oculta de la matanza del 2 de octubre de 1968″. Chacal y francotirador, asesino y sirviente de los norteamericanos, finalmente, a pesar de su enorme fortuna, al divorciarse de su esposa, quedó en la miseria y murió solo y en la pobreza… ocultando en sus detritos los secretos de la matanza de Tlatelolco. Ya se podrán armar muchas piezas del rompecabezas y comentar sobre muchos de los “padrotes del 68”