Por: Abdón Garza
Abrelatas: Machu Picchu
Primera parte
Cuzco, Perú; agosto del 2011
Machu Picchu -montaña vieja en quechua- o el ombligo del mundo como es conocida la milenaria ciudad del Cuzco, capital del imperio Inca, al sur del territorio peruano, donde montañas, valles y ríos se entrelazan y perpetúan y dan vida a vestigios de arquitectura Inca de diferentes períodos precolombinos así como la connivencia con los monolitos coloniales y religiosos de la madre patria.
Aquí les comparto un texto del blog de Rollos Rotos del ingeniero César Garza, compañero de viaje y promotor de montañas donde la ciudad cristal -Machu Picchu- se yergue majestuosa a 3 mil metros sobre el nivel del mar para gozo de la humanidad.
Coricancha fue el templo más importante del Tahuantinsuyo, -nombre que los incas dieron a su vasto imperio, que significaba “las cuatro regiones juntas” o “las cuatro partes del mundo” en quechua- construido en la ciudad del Cuzco durante el horizonte tardío, es decir, la etapa imperial de la historia incáica. En el Coricancha -recinto de oro- vivía el Willac Uma, máximo sacerdote del Dios Inti -el Sol- quien junto a los tarpuntaes se encargaba de las tareas astronómicas y principales ceremonias religiosas del imperio Inca. Dentro del complejo sagrado se ubican aposentos destinados para rendir culto a otras divinidades como Wiracocha, Ilapa o Mama Quilla.
? Coricancha Coricancha, al fin, bendita Coricancha, ? centro del Tahuantinsuyo, si eres la mitad de lo que hemos escuchado podremos asegurar que el viaje valió la pena, poco habrán de importar el interminable viaje, las luchas, el hambre, las alturas, la sangre y la muerte; el Dios del Sol del oro compensa todo, lo vale todo, voluptuoso, insaciable, ningún sacrificio que haga el hombre será suficiente para calmar tu sed, hasta el fin de los tiempos estaremos dispuestos a cualquier cosa, solo habrás de pedirlo, seremos capaces de matar a los reyes de España, Francia e Inglaterra juntos, de vender a nuestras mujeres, de sacrificar a nuestros hijos, de abrir a los curas y entregarte como ofrenda sus entrañas a ti, ¡oh mi Dios! Coricancha, esbozo de Paititi, sueño de los hombres, si eres la mitad de lo que hemos escuchado habrá valido la pena, vamos por ti, por las ofrendas que estos salvajes han trabajado, no importa la sangre que habremos de derramar, la Iglesia y España están de nuestro lado.
Coricancha, pasaremos con nuestros caballos sobre el Willaq Umu, profanaremos el templo del sol con nuestras botas llenas de barro, defecaremos en el templo del trueno y del arcoíris, firmaremos con cruces la vía láctea que tus indios han profanado con la llama negra.
Coricancha, follaremos a tus vírgenes en tu esquina noroeste con la luna y Waricocha como testigos, sembraremos en tu tierra la semilla que habrá de engendrar una raza nueva misma que en 300 años habrá de sublevarse porque no sabemos ser esclavos. Habremos de aplastarlos y desmembrarlos en el centro del Cuzco bendecidos por nuestra Santa Madre Iglesia para escarmiento del pueblo nuevo y del antiguo. -Tupac Amaru sería martirizado y desmembrado… –
Coricancha, encenderemos nuestros hornos y fundiremos tus ofrendas convirtiéndolas en lingotes de oro durante los meses que sean necesarios hasta vaciar tu brillo deslumbrante. Escupiremos y miraremos con desprecio a tu pueblo que grita y se mece los cabellos al descubrir que los españoles profanan tu suelo y levantan su estandarte en el mismísimo ombligo del mundo, en el templo más importante del Inca, firmando la conquista.
AGV