Roma.- El Papa Francisco consideró este jueves que los empleadores que explotan a sus trabajadores en provecho propio cometen un pecado mortal y son unas “sanguijuelas”.
La máxima autoridad eclesiástica manifestó que esta explotación laboral es una forma moderna de esclavitud, durante su homilía de la mañana,
Francisco consideró que los patrones que explotan a sus trabajadores no son distintos de los traficantes de personas del pasado, que esclavizaron a africanos y los vendieron en las Américas.
“¡Vivir de la sangre de la gente es un pecado mortal! Un pecado mortal”, puntualizó.