Con una oferta de artistas tan variada como lo fue esta última edición del más prestigioso festival del norte del país, no es ninguna sorpresa la cantidad de gente que viajó a Monterrey sólo para vivir ésta experiencia.
Por suerte, los organizadores lograron una estructura adecuada para que, a pesar de contar con más de cien mil asistentes por día, el traslado de escenarios y los horarios de los artistas dividieran adecuadamente al público sin mucho esfuerzo.
El viernes sorprendió por su clima, tan impredecible en esta ciudad, amaneciendo con lluvia y causando precauciones por lodo en el Parque Fundidora. Aún así, Rey Pila dio un inicio enérgico a esta celebración musical que continuo Costera, Jonáz de Plastilina Mosh, DLD y Camilo VII. Ya entrados en calor, Natalia Lafourcade, Fobia y Zoé se apoderaron respectivamente del escenario celebrando años de trayectoria y nuevos álbumes, recibiendo una cálida recepción del público en el proceso.
En el aspecto internacional, la banda revelación estadounidense The Last Internationale cambió la marcha con un rock puro que la vocalista Delila Paz transmitió con profundidad. Por su parte, Richard Ashcroft de The Verve, Band of Horses, Franz Ferdinand y Muse presentaron sus más grandes éxitos que con más de 15 años de carrera el público ansiaba escuchar.
Para el sábado el famoso calor regio se asomó al fin, invitando a los melómanos a conocer los nuevos proyectos musicales que abundaron desde temprano. Elsa y Elmar, La Vida Bohemé, y Comisario Pantera se encargaron de darle ese tinte indie a ésta ceremonia, confirmando a los fans que con una visión clara se puede llegar a los grandes escenarios aunque seas una banda independiente.
Característicos por encender el ambiente, El Gran Silencio amaso la primer gran reunión de éste día con sus contagiosas letras, formando parejas de baile entre la multitud. Enjambre, Morat y División Minuscula por otro lado se identificaron por su ya conocido repertorio de rock alternativo. El DJ Don Diablo se tomo un momento para homenajear a Avicii, aclamado productor que falleció el viernes pasado, causando que algunos asistentes se pusieran sentimentales por tan sorpresivo suceso.
Farruko se encargo de traer su distintiva mezcla entre Reggaeton y Trap, la cual propulso éste genero a mayores audiencias. Los argentinos Miranda!, envueltos en vestimenta dorada, reanimaron nuevamente a los espectadores con sus sonidos electropop, que aún con más de 10 años siguen vigentes.
Los franceses Justice, penúltima banda antes de que cerrara Molotov, trajeron una presencia que sin duda trascendió. Gracias a sus sintetizadores, show de luces y pantallas sincronizadas al ritmo de la música, éste dúo le regaló al festival una cátedra de electrónica digna de headliner.
Respecto a las bandas sorpresa, Pa’l Norte 2018 no dejo a desear al presentar entre ambos días a los Kumbia Kings, Garibaldi, Los del Río, y Bacilos, cada uno reviviendo los grandes éxitos que los llevaron a la fama, de paso creando una sensación de nostalgia y felicidad junto al público.
El Club Social, espacio de música electrónica que sigue creciendo con cada iteración, fue el escenario que más se presto para nuevas experiencias, ya que por un lado invito a DJs regionales con una trayectoria considerable como Israel Torres, Fancy Folks y Marcelo Gamboa, y por otro se abrió oportunidad con artistas emergentes como The Knocks y Gryffin.
Un show que destacó de ese escenario fue el de Broncowave, artista que nació de las redes sociales gracias a los memes que le hace a Jaime Rodríguez “El Bronco”, Rodrigo Medina y más personajes neoleonenses. Comenzando con un dúo de músicos que con su acordeón y bajo sexto entonaron una canción de los Cadetes de Linares, éste sorprendió debido a que nadie había tocado ese genero hasta él en ese escenario. Aún así, el publico respondió favorablemente, bailando y vitoreando “Broncowave”. Vestido en un traje negro, con lentes oscuros, sombrero, y un pasamontañas, el elusivo artista definió su set mezclando canciones clásicas de la música norteña regional con sonidos electrónicos, creando una atmósfera única que también fue del agrado de los ravers. En su presentación intercaló imágenes y vídeos de la cultura popular, incluyendo una entrevista del Bronco negando que participaría en la contienda presidencial, metiendo sátira política a un espacio generalmente ajeno a esos temas. Para terminar con su original espectáculo, una botarga de un caguamón de Carta Blanca salio a moverse al ritmo de los temas que tocó Broncowave, mostrando que aprovechó esta oportunidad en el Pa’l Norte y no es sólo una efímera página de Facebook.
Por ultimo, el yuxtaponer tantos artistas y corrientes musicales en un solo evento podría sonar como un arduo trabajo, más esta séptima edición de Pa’l Norte demostró la versatilidad del público para poder bailar al ritmo de la Macarena en un momento y brincar al beat de música electrónica francesa al siguiente.
