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El Poder de la Mujeres

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El Poder de la Mujeres

EL PODER DE LAS MUJERES

 Por: Claudia Heredia

La mujer hoy en día juega un rol multifacético, como aguerrida profesionista, líder en los deportes, protagonista en la ciencia, figura en las artes, operadora en el plano de la investigación y la tecnología, emprendedora en el mundo de los negocios y las empresas, apasionada en las letras, combatiente en el periodismo, indomable en las causas sociales.

Es así como se dibuja el rostro de la nueva mujer del Siglo XXI, con un amplio y variado espectro de acción- ejemplo de superación humana, donde demuestra su capacidad y al mismo tiempo con el gran don de dar vida, llevar el hogar,  tanto como los menesteres de ser madre, esposa, hija, abuela, todo en un solo individuo llamado mujer, sinónimo definitivamente de poder  femenino.

Pero, ¿Qué está sucediendo con nuestras mujeres que están manifestándose haciendo incluso ejercicio de violencia para reclamar  en su condición de mujeres que se les respete y peleando por sus derechos  causando graves destrozos?

Me refiero a los hechos suscitados recientemente en la ciudad de México, donde cientos de mujeres manifestantes se duelen por deficiente actuación de autoridades a las que por cierto con brillantina rosa, bañaron al Secretario de Seguridad Pública en la capital, haciendo alusión de que es una diferente arma en su defensa, ante los atropellos y abusos de policías.

Al respecto, conviene mencionar que en nuestro país, por una parte  prevalece el imperativo de igualdad entre hombres y mujeres desde la esfera constitucional, y por otro lado se nutre dicho imperativo constitucional con normas como la Ley General de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, también la Convención de Belem Do Pará, y un sinnúmero de instrumentos internacionales que amparan a la mujer y sus derechos humanos, tanto como una vida sin violencia. 

Pero no solo eso, también como organismos protectores de los derechos  femeniles,  la existencia de instituciones y organizaciones para contrarrestar la desventaja histórica en la relación hombre- mujer y  lograr la anhelada perspectiva de género, que beneficia igual a hombres como a mujeres en las decisiones públicas y/o privadas.

Volviendo a los disturbios provocados por las manifestaciones en la capital del país, al parecer provocado por el hartazgo, dado una deficiente actuación de ciertas autoridades, el flagelo de la corrupción y la impunidad como el motor de las revueltas feministas, eso a juicio de quien escribe no justifica en ningún momento que las manifestaciones no se ajusten a los términos de la ley, es decir en términos  pacíficos y conforme al derecho de expresión de las ideas como del pensamiento. En resumen un delito no se combate con otro delito, sino con la estricta aplicación de la ley en cualquier caso.  

Sin embargo, en México sobrevive el feminicidio, que es un tipo penal castigado por el Código Penal Federal. No es punto a parte, los tiempos de violencia y de inseguridad por los que atravesamos como sociedad entera son insostenibles, recordemos que violencia genera más violencia,  las mujeres y los hombres debemos tenerlo claro.

Así una escribidora como mujer, no me identifico ni comulgo con las “luchas feministas” que rayan en lo vandálico, actos extremistas que ponen en entredicho el grandioso papel que está desarrollando la nueva mujer del Siglo XXI, la que se impone retos y conduce en lo privado como en lo público como lo que es una mujer con cualidades propias del género, asume sus limitantes que supera con esfuerzo y con valores.

La que sin perder su esencia femenina, lucha con respeto a su propia dignidad y la de sus contemporáneas, para hacer los cambios desde una plataforma de propuestas, diálogo, negociación, unidad y valor como su estandarte.

Por ende, a decir verdad a juicio de quien escribe resulta necesario la reflexión,  autocrítica, el análisis, el pensamiento de todos los actores sociales involucrados en torno a los reclamos violentos de nuestras mujeres violentadas, que de fondo indican frustración, indignación y repudio y que sin justificar sus públicos actos agresivos, a todos nos queda claro que la mujer es más que un mero reclamo violento.

Muy al contrario, el verdadero poder de las mujeres se refleja en actos de  inteligencia y capacidad de gestar los más importantes cambios en beneficio de nosotras mismas y de quienes nos rodean. En ese sentido la escribidora considero debemos reforzar el papel de un sistema educativo con perspectiva de género en nuestras niñas y niños, y arrancar  de raíz estos males como lo es la violencia en todos sus grados y modalidades hacia hombres o mujeres a través del bondadoso efecto de la cultura y la educación.

Por supuesto también como sociedad exigir a nuestras autoridades cumplan a cabalidad con su trabajo, pero respetando la ley estimados lectores, para no terminar haciendo de lo que nos dolemos, abonando a la violencia, sino aportando a la paz social de los pueblos y las personas, donde hombres y mujeres podamos vivir mejor.

La autora es máster en derecho público, egresada de UAT- UANL. Abogada, catedrática, escritora y conferencista. Fundadora de Vive Mejor Ciudadano A.C.

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