LA PLUMA ENVENENADA
Periódico Metrópoli
Obligación Moral
El cambio histórico se ha dado, el diálogo y la política están al servicio del pueblo, con el nuevo Gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, todos queremos paz con justicia y oportunidades, está obligado a hacer historia, está obligado a descubrir y a dar a conocer la verdad del gobierno de Egidio Torre Cantu, le duela a quien le duela y le pese a quien le pese, la esperanza esta viva, la gente quiere un Estado más justo y sin privilegios, para que les vaya bien a los que se esfuerzan y no a quienes lo han heredado todo, para que el trabajo pueda más que los apellidos y los caprichos, ¡basta! de quienes convierten lo público en privado. ¡Basta! De quienes traicionan a Tamaulipas.
Francisco García Cabeza de Vaca, tiene que “poner en su lugar” a tantos funcionarios corruptos y ladrones que, con la complicidad de los mismos funcionarios del gobierno y del Congreso del Estado, han saqueado a Tamaulipas, este ya no puede seguir siendo la guarida de rateros, cómplices o extorsionadores, está en el lugar y momento precisos para darle a Tamaulipas y a los Tamaulipecos un funcionario honesto, anti-demagogo y anti-corrupto que el estado añora y necesita con urgencia, con firmeza y ley con contundencia y claridad para rendirle buenas cuentas a los ciudadanos, y devolverle a las instituciones la credibilidad que tanta falta les hace, para hacer más eficiente el gasto público, así como devolver a los ciudadanos la confianza en un gobierno que sirva con transparencia y rindiendo cuentas.
El gobernador tiene el reconocimiento de los ciudadanos como “un político valiente, con la suficiente madurez para devolver la paz social y la seguridad de la entidad, trabajando duro para combatir la pobreza y acabar con la corrupción, Tamaulipas es grande y sus ciudadanos merecen lo mejor.
La demanda actual de los gobernados es que haya seguridad, transparencia y se invierta el dinero del pueblo en obras y beneficios sociales, por lo cual las autoridades de los tres niveles están obligadas a administrar bien los recursos e invertirlos íntegramente.
Queremos la libertad de andar tranquilos por la calle, la libertad de que los jóvenes puedan estudiar una carrera profesional y vivir bien de ella, la libertad de que madres y padres trabajadores ganen salarios dignos para sacar adelante a sus familias, la libertad para hacer negocios derechos y productivos, la libertad de saber que la justicia está del lado de la gente y no del lado del dinero.
Debemos cambiar, entender que no habrá seguridad mientras no haya justicia, debemos combatir la pobreza y cerrar la brecha de la desigualdad, que aún, lamentablemente, divide a los Tamaulipecos.
Estamos en contra de aquellos que amasan grandes fortunas de la noche a la mañana, apoyados en la ilegalidad, el influyentismo y a la sombra del poder público.
Es urgente lograr el renacimiento económico, social, político, pero, sobre todo, moral de Tamaulipas, con el nuevo gobernador que no esté subordinado a ningún grupo de interés creado y que sólo tenga como amo, al pueblo Tamaulipeco, en la honestidad, reside la esperanza de un mejor porvenir, hacia una sociedad mejor.