“LA GUERRA ES UN LUGAR DONDE JÓVENES QUE NO SE CONOCEN Y NO SE ODIAN SE MATAN ENTRE SI, POR LA DECISIÓN DE VIEJOS QUE SE CONOCEN Y SE ODIAN, PERO NO SE MATAN”
ERICH HARTMANN
LAS GUERRAS SON POR MOTIVOS POLÍTICOS Y ECONÓMICOS, y como decía mi abuelito: “Los pleitos mijo, son por la mujeres, por el poder y por el dinero, lo demás, son simples pretextos” y lo más terrible es que en todo tipo de confrontaciones y odios los que mueren son los jóvenes sin saber ni siquiera el por qué van a la guerra….los odios son como las palomas mensajeras que siempre vuelan a sus nidos, o como las moscas, vuelan neciamente de mierda en mierda…
Como ejemplo podemos contar varias historias como la que consigna Dale Cornegie en su libro: “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas”, describiendo los intereses que mueven las ambiciones hasta en los niveles más importantes de un gobierno: “O ponemos como ejemplo del escándalo del Teapot Dome Oil. Fue un asunto que hizo clamar de indignación a los diarios del país durante los primeros años de la década de 1920. Conmovió a la nación entera. Nada parecido había sucedido jamás en la vida pública norteamericana, al menos en la memoria contemporánea. Señalemos los hechos al desnudo: Albert Fall, secretario del interior en el gabinete del presidente Harding, tenía a su cargo ceder en arriendo las reservas petroleras del gobierno en Elk Hill y Teapot Dome para su empleo futuro por la Armada. El secretario Fall no efectuó una licitación; no, señor. Entregó directamente el contrato, un negocio redondo, jugoso, a su amigo Edward L. Doheny. Y a su vez, Doheny hizo al secretario Fall un “préstamo”, según le placía llamar a esta operación, de cien mil dólares. Luego, como la cosa más natural del mundo, el secretario Fall ordenó que las fuerzas de infantería de marina que había en la zona alejaran a los competidores cuyos pozos adyacentes absorbían petróleo de las reservas de Elk Hill. Estos competidores, desalojados de sus tierras a punta de bayoneta, corrieron a los tribunales, y destaparon así públicamente el escándalo de Teapot Dome. Tal fue el clamor, que la administración de Harding quedó arruinada, la nación entera se sintió asqueada, el Partido Republicano estuvo a punto de verse destruido y Albert B. Fall purgó condena tras las rejas en una cárcel”.
En nuestro país así sabemos de escándalos similares, de mayores beneficios y cinismos, y la verdad es que el esquema de los políticos es continuar con el dicho popular: Chinto tapa a chinto… y no pasa nada, al contrario, vemos a gente no en la cárcel, sino en el ascenso en los puestos públicos amparados en que los hombres tienen o tenemos una gran capacidad de olvido rápidamente…
En esa capacidad de olvido y de cinismo debemos entender también algo que recuerda Dale Carnegie, sobre lo que decía Al Capone, que en vez de delincuente se consideraba un benefactor, sin culpa de nada, un benefactor público incomprendido cuando decía, tal como dicen muchos cínicos de la política o del empresariado: “He pasado los mejores años de la vida dando a los demás placeres ligeros, ayudándoles a pasar buenos ratos, y todo lo que recibo son insultos, la existencia de un hombre perseguido”. “SI QUEIRES RECOGER MIEL, NO DES PUNTAPIÉS A LA COLMENA”, de otra forma, recibirás piquetes y dolor.
EL PODER ESTÁ LIGADO AL PODER ECONÓMICO Y AL CONTROL POLÍTIC,O por esa razón es tan vital e importante las acciones de los hombres en la política. Podemos observar a muchos políticos que alcanzando los puestos más relevantes de su momento, no se conforman y siguen actuando, muchos presidentes de la república no se van a escribir sus memorias y se alejan para dejar hacer a su sucesor o que debe hacer, no, se impacientan y con la experiencia adquirida o por los contratos, negocios y sociedades en las que se implican, tienen la necesidad de actuar introduciendo sus opiniones o maniobrando con sus operadores acciones que influyan en la administración. Se les olvida que ya bailaron y que se deben sentar para dejar bailar a otros, pero ellos se sienten con todo el derecho de continuar actuando y así se van complicando, o bien, escogen bandos y actúan como bandoleros o sicarios de los que pueden tener alcances en sus ambiciones y son los que van a operar para que con su experiencia, sigan en la jugada política, y por tanto, en los negocios y concesiones económicas que les dejan fortunas cada año. Como que existe y se prolonga una maldición, anteriormente, los políticos que llegaban al poder eran viejos y experimentados, solamente tenían tiempo de estar en el poder pocos años y se retiraban a rumiar sus penas o a gozar de sus bienes y poder, hoy, por desgracia, han invadido los jóvenes que llegan pronto al poder y les gusta tanto que no lo quieren dejar y siguen jodiendo a los que están o a los que vienen, y con experiencia y dinero, pueden hacer guerras internas que solamente destruyen más al país o a los estados donde cínicamente intervienen, sean del partido que sean, esa es la maldición en muchos lados.