Por primera vez en 20 años, la balanza comercial en el sector agroalimentario presentó un superávit al cierre del 2015, por mil 289 millones de dólares, destacó el presidente Enrique Peña Nieto.
“Cabe señalar que desde hace 20 años esta balanza había sido negativa”, enfatizó el mandatario durante la inauguración de la XXXIV Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
Dijo que esta cifra fue posible gracias al aumento de las exportaciones, como resultado de políticas, programas y acciones que han logrado que México incremente de manera sustancial su productividad agrícola.
“En 2015 las exportaciones agroalimentarias ascendieron a 26 mil 373 millones de dólares, superando en 16.6 por ciento a las registradas al inicio de la administración”, afirmó Peña Nieto, acompañado por el director general de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), José Graziano da Silva.
“Estas cifras reflejan que en México se está consolidando un sector rural moderno y más productivo, que contribuye a generar desarrollo en las diversas regiones del país y a asegurar el pleno ejercicio del derecho humano a la alimentación”, sostuvo.
Aseveró que los programas que se han implementado en los primeros tres años de su administración, promueven una verdadera transformación del campo, centrada en los pequeños productores y la agricultura familiar, facilitando su inserción en los mercados locales y regionales.
Ante ministros y viceministros de los países de América Latina y el Caribe, Peña Nieto destacó que esta región es la única del mundo que alcanzó las metas establecidas, en los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Logramos reducir a menos de la mitad, el porcentaje de personas que padecen hambre; al pasar de 15.3 por ciento en el trienio 1990-1992, a 6.1 por ciento en el trienio 2012-2014, afirmó.
De igual forma, cumplimos las metas de la Cumbre Mundial de la Alimentación, al disminuir la prevalencia de subalimentación en más de nueve puntos porcentuales, al pasar de 14.7 por ciento a principios de los noventa, a 5.5 por ciento a mediados de esta década.
Subrayó que si bien estos avances son relevantes, no se puede ignorar que en la región, conforme a las más recientes cifras de la FAO, aún hay 34 millones de personas que padecen hambre, y para superar esta condición, es necesario mantener y profundizar los programas sociales eficaces.
Asimismo, es indispensable asegurar una mayor producción y disponibilidad de alimentos, y para lograrlo, como en cualquier actividad económica, la clave es la productividad, puntualizó.
Sobre las acciones en México, expuso que más de un millón 200 mil pequeños agricultores reciben paquetes tecnológicos para aumentar los rendimientos de su cosecha de maíz y frijol; y para mejorar el rendimiento de las tierras, se incorporó el riego tecnificado en 420 mil hectáreas, que constituye cerca del 90 por ciento de la meta sexenal.
De igual manera, con la Cruzada Nacional contra el Hambre, más de 746 mil personas tienen acceso a una alimentación adecuada, en alguno de los casi ocho mil comedores comunitarios instalados en las comunidades más vulnerables, apuntó.
Asimismo, destacó que más de 580 mil familias pueden adquirir productos básicos a precios preferentes, con la Tarjeta sin Hambre, y cerca de siete millones de familias están afiliadas al Programa de Inclusión Social PROSPERA que ahora ofrece créditos, apoyo y asesoría para proyectos productivos, así como becas universitarias.