El presidente Enrique Peña Nieto afirmó que la estabilidad macroeconómica, la integración económica con Estados Unidos y la reforma financiera, posicionan a México como una de las economías más atractivas del mundo para invertir y crecer en los siguientes años.
En su mensaje con motivo de la inauguración de la 79 Convención Bancaria, sostuvo que la preservación de la estabilidad macroeconómica es una prioridad de su administración, que continuará generando condiciones de certidumbre ante la volatilidad económica internacional, mediante la implementación de las medidas necesarias.
En este contexto, sostuvo que la reforma financiera está dando resultados, por lo que ahora se debe avanzar en temas como la bancarización y la inclusión financiera, así como en la expansión del crédito, para que en 2018 alcance la meta de 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Uno de los indicadores de que la economía mexicana está en crecimiento es el aumento de los créditos, que son resultado de una mayor solidez del sistema bancario, indicó el titular del Ejecutivo federal, acompañado por los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray, y de Desarrollo Social, José Antonio Meade.
“Tenemos una banca capitalizada y con una cartera crediticia sana”, lo que también es prueba del impacto positivo que tiene la reforma financiera, sostuvo el presidente en el acto en el que también participó el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.
Asimismo, el presidente convocó a los banqueros de México a que “juntos hagamos del financiamiento una herramienta para impulsar el crecimiento económico”.
El mandatario indicó que el crédito debe ser el “vehículo que permita a los mexicanos hacer realidad sus proyectos y sus aspiraciones”, por lo que en este rubro, el gobierno y las instituciones financieras tienen una meta compartida.
En la reunión en la que el tema fue “México y su banca: protagonistas en el nuevo orden económico mundial”, dijo que a dos años de la promulgación de la reforma financiera, hay más créditos, más baratos, y en mejores condiciones, lo que fue uno de los objetivos desde su creación.
Entre los avances de estas medidas está que el ahorro financiero interno pasó de representar 55.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2012, a 69.3 por ciento en 2015, lo que significa un crecimiento de 13.5 puntos porcentuales.
Por otra parte, el financiamiento al sector privado pasó de 25.5 por ciento del PIB en 2012, a 30.9 por ciento en 2015, por lo que confió en que se alcanzará la meta de 40 por ciento para 2018.
Detalló que de diciembre de 2014 al mismo mes del siguiente año, el crédito a empresas creció 15.6 por ciento, entre el que destaca el otorgado a las microempresas, que fue de 17.6 por ciento; los créditos personales se incrementaron 19.4 por ciento, y los hipotecarios aumentaron 9.0 por ciento.