Grupo Metrópoli

¿Mexicanos al grito de guerra, o de la paz?

Por : Elías García

Pongámonos a pensar: ¿es realmente necesario vivir en la tragedia y violencia que cotidianamente aceptamos? No son los partidos políticos, no son los funcionarios públicos ni los presidentes, y tampoco somos los que votamos por ellos. Somos todos. ¿Con qué cara venimos a pedirles “el cambio” a las autoridades cuando los que construyen la sociedad somos todos y no sólo unos pocos? Tenemos que dejar de pensarnos como ajenos o intrínsecos a los problemas.

Si ponemos en contexto los distintos problemas, como lo son las muertes diarias, la ineficiencia y corrupción de las autoridades, o la inseguridad social y económica; los discursos que giran en torno a estos y las diferentes iniciativas que suceden día con día en diversos lugares del país, con la esperanza de resolver o aportar a dichos problemas, descubren la raíz del problema en el mismo lugar: la educación que hemos recibido y que seguimos transmitiendo, cargada de individualismo y violencia, entre otras cosas.

Una educación que nos enseña a vivir de muchas formas, menos a vivir en un contexto de paz.

Y de entrada suena como que no es esa la razón de los problemas, pero sí lo es, en mayor parte. Sé que no soy el único que piensa de esta forma.

Educar para la paz no es nada raro ni de otro mundo, de hecho, es lo que todos los mexicanos (o la gran mayoría) anhelamos. Sencillamente, es educar para respetarnos como y entre personas; es educar para ser justos, para dialogar, para ser honestos, solidarios y plurales.

Es recibir una educación que nos enseñe que los conflictos son oportunidades para hacer cosas mejores y que nos de las herramientas para resolverlos.

Con todo esto también vendría la enseñanza de que para lograr verdaderos cambios se tiene que trabajar por ellos como colectivo, y aun así este no va a llegar de la noche a la mañana.
Además, por más reformas mal llamadas que se aprueben o deroguen, se tiene que fomentar todo lo anterior con el fin de que el sistema educativo de México progrese.

La educación es un derecho del que todos los mexicanos deberíamos de poder gozar, y para poder construir un mejor país y lograr que esté en paz, debemos de educar y ser educados para la paz. ¿o es que acaso preferimos fomentar la paz y la no violencia a través de Guardias Nacionales que portan armas y son entrenados para situaciones bélicas? Y esto no quiere decir que descalifique la labor de los soldados, pero esta no es la que nos va a llevar a vivir en un México tranquilo, sin odio y sin violencia.
Yo pienso que debemos empezar a ver la Cuarta Transformación como una responsabilidad de los ciudadanos en lugar de depositarla completamente en las autoridades, y hacer a la construcción de paz una de las principales prioridades de México de manera colectiva.

La paz sí debería de ser de todos, no sólo de unos cuantos, al igual que la educación no debería de ser exclusiva de las instituciones, sino también de los ciudadanos.

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