Tlamatinime
Mentes apagadas
Por: Eusebio Ruiz Ruiz.
No generalizo en lo que voy a comentar, tampoco exagero, son casos aislados, desgraciadamente cada vez más frecuentes, son parte de nuestra realidad.
Llegó a mis manos un examen que se aplicó a jóvenes universitarios, fue elaborado por una catedrática, el instrumento de evaluación constaba de 35 preguntas distribuidas en dos páginas, lo imperdonable era que había 16 errores de ortografía cometidos por la profesionista, ¡pobres alumnos!
Recuerdo muy bien a un joven de sexto semestre de preparatoria, presentaba el último examen de Cálculo en su escuela, muy angustiado preguntaba a dos maestros: ¿cuánto es 6 X 6? ¡Bendita sea la tan criticada escuela tradicional!, porque ahí sí me enseñaron las tablas de suma, resta, multiplicación y división.
Desde hace poco más de una década y media, no se pasa el semestre sin que algunos chicos hagan preguntas como: ¿Cuáles son las vocales?, ¿cuáles son las consonantes?, ¿cuáles son las letras mayúsculas?, ¿cuáles son las letras minúsculas?, ¿cuál es la línea horizontal?, ¿cuál es la línea vertical?, si fueran niños de preescolar no habría ningún problema en responder a esas interrogantes, lo triste del caso es que quienes preguntan son jóvenes de preparatoria.
Hay jóvenes que escriben la letra inicial de su propio nombre y de sus apellidos con minúscula, incluso hay quienes no saben si se escribe con “s”, “c” o “z”, además ignoran si lleva o no acento.
Muchos estudiantes no tienen conocimiento de lo que se celebra el 5 de febrero, el 21 de marzo, el 1 de mayo o el 20 de noviembre, por eso cuando son días de asueto no es raro escuchar la pregunta: ¿por qué no habrá clases?. Esto se lo debemos, en buena parte, al gobierno de Vicente Fox cuando en el 2006 recorrió los días de descanso.
El reinado de la ignorancia se extiende al grado que hay personas que no saben ni siquiera su domicilio, incluso no conocen los nombres de las principales calles de la ciudad en donde radican.
El poeta serbio Charles Simic afirma que estamos viviendo en la “Era de la Ignorancia”, incluso afirma que en los Estados Unidos existe una especie de estupidización generalizada de la población, lo cual es muy conveniente para la clase política y la élite empresarial.
Quizás la estupidización de la que habla el poeta sea lo que explique la llegada de Donald Trump al poder.
Menos mal que, según Smic, esto se da en el país vecino, pero somos muy cercanos, ¿nos estaremos contagiando?, ¿ya nos contagiamos?, ¿la ignorancia de nosotros no será también la causa de tener a gente tan corrupta, inepta, ladrona, mentirosa y asesina en el poder?
Smic considera que la ignorancia hace presa fácil de la manipulación política e ideológica. Cierto es que un pueblo ilustrado coloca en la cuerda floja a las mafias de políticos y a los que profesan un capitalismo egoísta y depredador. A muchos les conviene un pueblo iletrado, desacostumbrado a verificar y analizar lo que se dice.
En la misma línea, el filósofo estadounidense Sidney Hook (1902 – 1989) afirma que la estupidez es una de las grandes fuerzas de la historia, lo que conviene a la clase política, que “resiente a todo aquel que muestra la habilidad de pensar de manera seria e independiente”.
¿Por qué tanta ignorancia y tanto deseo de permanecer en ella?, ¿por qué hay tantas mentes apagadas?, ¿por qué tantas inteligencias sin uso?, ¿por qué esa rebelión –como dice Smic- de mentes opacas en contra de la inteligencia? Las causas pueden ser varias: La pereza intelectual, la indiferencia ante el conocimiento, la satanización de la memoria, el divorcio entre la escuela y la vida, el mal uso y la dependencia de la tecnología, el neoliberalismo que ve al hombre únicamente como el animal económico, encargado de producir riquezas para unos cuantos.
Ciertamente nadie está condenado a vivir en el mal de la ignorancia ni en sus consecuencias. En la antigua Grecia se empezó a hablar del amor a la sabiduría, muy preocupante es si en la actualidad existe el “amor por la ignorancia” o “los amantes de la ignorancia”. La ignorancia esclaviza, el conocimiento y la educación hacen al ser humano libre.
Gracias por dedicar parte de su tiempo a la lectura de estas líneas.