México sigue sin anunciar una estrategia de apoyo económico integral, completa, sólida, coordinada entre gobierno federal y autoridades locales
POR: LEONOR ORTIZ MONASTERIO Y SOFÍA RAMÍREZ AGUILAR
En la conferencia vespertina del lunes 30 DE MARZO, el titular de la Secretaría de Salud y presidente del CONSEJO DE SALUBRIDAD GENERAL anunció que México entra en estado de emergencia sanitaria, haciendo un llamada urgente a la población a quedarse en casa y seguir las indicaciones del gobierno. Este ACUERDO viene con varios pendientes:
- Que el presidente apoye públicamente, en los hechos, las restricciones y medidas Consejo ha anunciado. Solo el presidente puede convocar con claridad a que se cumplan las medidas, tanto económicas, como sanitarias y de seguridad social que implican el estado de emergencia sanitaria. Le toca a él hacer el llamado.
- Claridad en cuanto a fechas estimadas de emergencia, actividades y sanciones. Más allá del ACUERDO en el cual la se establece qué actividades serían esenciales y por lo tanto pueden continuar con su actividad, urge que la Secretaría de Economía otorgue claridad en los siguientes días sobre el detalle y alcance de este listado.
- Medidas de mitigación económica para apoyar a las empresas que se comprometan a mantener los empleos de sus trabajadores durante la emergencia sanitaria. Es urgente conocer qué medidas económicas concretas se promoverán desde Hacienda, el IMSS, y las secretarías de Economía y del Trabajo y Previsión Social, para ayudar a paliar los efectos económicos dentro de las empresas y, en consecuencia, garantizar los puestos de trabajo de los empleados de éstas.
El presidente AMLO ha apelado al CARÁCTER HUMANISTA de los empresarios en vez de anunciar acciones y alcances para que el sector privado siga operando y pueda hacer compromisos tales como garantizar el pago a sus empleados durante la emergencia, aunque fábricas y negocios paren.
Lo que se ha anunciado hasta ahora es ambiguo e insuficiente, y sólo incrementa la incertidumbre de trabajadores y empleadores, especialmente durante este periodo en el que las juntas de conciliación y arbitraje están cerradas derivado de la emergencia.
¿Qué va a pasar con todos los que trabajan y dan trabajo en el mundo?
¿Qué va a pasar con los desempleados, los trabajadores independientes, los que trabajan en el sector informal y las pequeñas empresas?¿Cómo le van a hacer las familias para pagar la renta y la comida? ¿Qué va a pasar con las multinacionales gigantescas que mueven las cadenas de producción internacionales y ahora han comenzado a paralizar sus fábricas?
No queda claro por cuánto tiempo se puede extender la crisis provocada por la pandemia ni el impacto real que esta pueda tener en la economía nacional y mundial. Resulta muy difícil para los gobiernos calcular cuánto dinero pueden y deben inyectar en sus economías y qué medidas de emergencia se pueden y se deben poner en práctica para mitigar la merma en los ingresos de las personas.
Frente a la vorágine económica muchas naciones han comenzado a ofrecer una respuesta fiscal sin precedentes. Se han anunciado una combinación de incentivos fiscales, garantías de préstamos y subsidios salariales para proteger a los ciudadanos y las empresas de los efectos devastadores de la pandemia.
¿QUÉ ESTÁN HACIENDO LOS GOBIERNOS DE OTROS PAÍSES?
México sigue sin anunciar una estrategia de apoyo económico integral, completa, sólida, coordinada entre gobierno federal y autoridades locales
A nivel federal, el presidente AMLO ha hecho énfasis en que cualquier posible medida económica que se implemente seguirá el lema del gobierno en turno: por el bien de todos primero los pobres. El mensaje suena bien pero en la ejecución puede ser que ante la inacción del gobierno muchos de los empleados más vulnerables queden en la indefensión frente a sus empleadores.
Disímil a las medidas adoptadas en Europa y Estados Unidos, AMLO descarta implementar acciones que favorezcan a las grandes empresas aunque esto pudiera ayudar mitigar la crisis en el mediano plazo, pues con ello se podrían garantizar los MÁS DE 20 MILLONES empleos formales que existen en México. Hasta ahora, no se ha anunciado un esquema de condonación de impuestos para micro, pequeñas, medianas y grandes empresas (Impuesto Sobre la Renta, sobre todo), ni de aportaciones al INFONAVIT, pagos al IMSS u otros mecanismos que, bien diseñados, podrían ayudar a los 4 MILLONES de MiPyMEs para que sigan operando durante la emergencia sanitaria.
Tampoco ha habido anuncios qué significa tener actividades esenciales (definición que según la conferencia vespertina del 30 DE MARZO 2020 debiera hacerse en los siguientes días), ni una acción coordinada entre federación y entidades federativas para determinar qué tipo de fábricas o servicios deben continuar operando, lo cual se presta a mucho descrédito y desconfianza en las medidas que promueve la Secretaría de Salud.
ALGUNAS DE LAS MEDIDAS QUE SE HAN ANUNCIADO PARA MÉXICO DESDE EL GOBIERNO FEDERAL… … Y OTRAS MEDIDAS QUE SE HAN ANUNCIADO DESDE LOS GOBIERNOS LOCALES SIN SORPRESAS: LAS GRANDES EMPRESAS HAN EMPEZADO A REACCIONAR EN DEFENSA PROPIA MIENTRAS QUE LAS PEQUEÑAS DUDAN EN CERRAR CONTINGENCIA SANITARIA VS. EMERGENCIA SANITARIA: IMPLICACIONES LABORALES
Las medidas de contención del contagio deben acompañarse con una estrategia de cierre temporal de empresas
El alcance y la rigidez en las medidas de atención y contención de la enfermedad en México han ido en aumento, sin que el gobierno presente aún el paquete económico de medidas que permitan mitigar el costo de la pandemia para las empresas, que son quienes dan trabajo a 47% de la población económicamente activa.
Al intensificarse las medidas de contención del contagio por el virus que provoca el COVID-19, se avecina una crisis económica mundial importante. Ante la inacción del gabinete económico en México, esta crisis podría durar años si no es que décadas, afectando de manera significativa a los empleados de los pequeños y medianos negocios formales, pues lo más probable es que éstos acaben en el sector informal ante la inminente quiebra de las empresas que los emplean actualmente.
Pareciera que el gobierno federal se debate ante un falso dilema: priorizar el bienestar de los más pobres o apoyar a los empresarios de todos los tamaños que ofrecen empleo formal con prestaciones y seguridad social para sus trabajadores.
Si no queremos ver un desenlace trágico para las micro, pequeñas y medianas empresas formales, el gobierno federal debe tomar medidas de corte económico mucho más asertivas y precisas para apoyar a quienes emplean a 27 millones de trabajadores formales (ENOE 2020, INEGI), y sobre todo, debe comunicarlas de manera clara y oportuna… antes de que sea demasiado tarde.