Los Amigos Invisibles por Víctor Fuentes
Recuerdo que una tarde, como oyera un leve ruido en el cuarto vecino al mío, pregunté en voz alta: “¿Quién anda por ahí?”. Y la voz de una criada recién llegada de su pueblo contestó: “No es nadie señor, soy yo.”
Octavio Paz, México, 1994.
Primera escena: El pasado 29 de Abril, en San Mateo Atenco, Estado de México, el Licenciado Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, felicitó anticipadamente a los niños en su día y destacó el convenio para que los niños que se encuentran en estancias infantiles del gobierno federal reciban educación escolar acreditada.
Después de entregar simbólicamente juguetes a niños de este municipio mexiquense, el Titular del Ejecutivo Federal destacó nuevos beneficios para los infantes que acuden a las guarderías del país. “La noticia de hoy es ENORME y es para los más chiquitos: además de cuidarlos y alimentarlos, las guarderías brindarán educación preescolar” escribió el Jefe del Ejecutivo Federal en su cuenta de Twitter.
Segunda escena: El pasado 1 de Mayo del 2016, en el marco de la conmemoración del Día del Trabajo, el presidente reafirmó el compromiso de su gobierno para que mediante el diálogo constante con trabajadores y empleadores se llegue a mejores condiciones laborales y así recuperar en mayor medida el poder adquisitivo del salario de los trabajadores, destacó principalmente que;
- De Diciembre de 2012 a Diciembre de 2015 el Salario Mínimo General Promedio se recuperó en 5 puntos porcentuales;
- Existen proyecciones que plantean una recuperación acumulada de al menos 6 puntos porcentuales en poder adquisitivo;
- En marzo la tasa de desocupación era del 3.7 por ciento de la población activa, lo que significaba que era inferior a la del mes anterior y lo que la colocó en la más baja en los últimos ochos años;
- Una racha positiva de 30 meses consecutivos sin huelgas de carácter federal, convirtiéndose en el país de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que registra el mayor periodo sin una huelga a éste nivel.
Reiteró que esto es resultado del diálogo constructivo y del nivel de entendimiento y de acuerdo que prevalece entre trabajadores y empleadores.
Sin duda alguna anteriores afirmaciones y anuncios del Presidente de la República pudiesen parecer resultados de esfuerzos desmedidos por parte de su administración encaminados a la protección de las prerrogativas de la niñez y al destierro de las diferencias que históricamente han existido entre clase obrera y patronal.
Pero… ¿qué se le olvidó mencionar al Presidente?
Nuestro primer mandatario se olvidó de hablar de muchos de nuestros amigos invisibles y con este término quisiera referirme a todos aquellos que se encuentran en clara desventaja ante la sociedad, desde la falta de reconocimiento de sus derechos hasta la inacción por parte del gobierno a sus protestas y establecimiento de prerrogativas legítimas.
Por un lado tenemos a mi primer grupo de amigos invisibles; los niños.
Y es que en materia de derechos de la niñez, a nuestro primer mandatario, se le olvidó mencionar que en México el 53.9% de las niñas, niños y adolescentes, vive en situación de pobreza, un importante número padece rezago educativo, como limitaciones en servicios de salud, seguridad social, alimentación, servicios básicos y vivienda.
Se le olvidó decirnos que México se encuentra en la posición 56 de 197 países, que coloca niñas y niños mexicanos en “riesgo extremo” junto con Somalia, Myanmar y Pakistán.
Se le olvidó mencionar que la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo arrojó una escalofriante cifra de 798,000 de nuestras niñas, niños y adolescentes que salen día a día a trabajar para apoyar el sustento de sus hogares o el propio, exponiéndose a riesgos ambientales como polvo, gases, químicos, ruidos y temperaturas extremas; así como son expuestos a accidentes por laborar en sitios poco apropiados como en las calles de nuestra ciudad o bares y cantinas.
Por otra parte tenemos a mi segundo grupo de amigos invisibles; las trabajadoras del hogar que suman aproximadamente 2.3 millones en el país.
A nuestro señor Presidente, se le olvidó mencionar que en México, la legislación vigente no garantiza los derechos sociales y laborales de las trabajadoras del hogar; lo anterior, a pesar de representar el 4.5 de la población ocupada a nivel nacional.
Olvidó que de acuerdo a datos de CONAPRED, debido a la falta de legislación, de incentivos fiscales y aseguramiento flexible, casi la totalidad de las empleadoras contratan el trabajo de hogar por palabra, es decir el 90 por ciento de las trabajadoras del hogar no tienen un contrato laboral.
Olvidó que nuestras amigas invisibles no tienen reconocidos legalmente sus derechos y que por el contrario, se exime a los patrones de obligaciones en materia de seguridad social.
También olvidó mencionar que el 31 de marzo de 2014, es decir, hace más de dos años, su Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong se comprometió a enviar al Senado, para su ratificación, el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, que lo obligaría a garantizar los derechos sociales y laborales de las trabajadoras del hogar y a la fecha, el documento no está ni en manos de los legisladores.
Carta al lector (Acá entre nos).
Cuando me dirijo con ésta carta intento ser palabras necias para los oídos sordos de quienes tendrían que tomar las decisiones para proteger a nuestros amigos invisibles, no lo hago con la intención de poner en mal a quienes tienen las atribuciones conferidas por la Ley para actuar en favor de éstos sectores vulnerables… no se trata de eso.
Como explica Agustín Basave en su libro La Cuarta Socialdemocracia, no se trata de ensimismarnos ni de reemplazar el anhelo de grandeza con el de medianía ni de quedarnos en la cooperación altruista; se trata de desear otras cosas, de ambicionar otro progreso de competir en la búsqueda de otros caminos.
Con esto, no estoy llamando a una revolución violenta que implique volver a épocas que solo mancharon de sangre y deshonra a nuestra nación, ni a marchas innecesarias que irrespeten derechos de terceros para hacer valer los nuestros, a lo que estoy llamando es a la consolidación de una nueva era joven de México, una era en la que el joven cuestiona informado, el joven demanda del gobierno su mejor acción y el joven se interesa por el país que va a heredar a sus hijos.
Hablo de ésta época en donde cada vez somos más quienes entendemos el valor del patriotismo mexicano, entendido no como un amor irracional a nuestro país, si no como aquel que permite sentirse orgulloso de él y sin que esto le impida ver sus áreas de oportunidad, enaltezco al joven que participa de manera activa en la vida política del país pero que no decae en sus ideales por el hecho de pertenecer a un partido político, al joven que hace eco de las buenas causas y sobre todo al joven que sabe de la existencia y se preocupa y ocupa de traer a la luz a nuestros amigos… los amigos invisibles.
