NUEVO LAREDO.-Con 20 salarios mínimos, la Dirección de Medio Ambiente y Cambio Climático multó a una persona que criaba chivos, gallos y guajolotes en una propiedad en área residencial.
“Recibimos algunas quejas por parte de vecinos, donde algunos propietarios de predios tienen la costumbre de criar animales de granja y ocasionan molestias a los vecinos”, dijo María Clara Hinojosa Gutiérrez, jefa del área de Medio Ambiente dentro de la Dirección de Ecología.
En el corazón de la colonia Campestre, en medio de múltiples residencias, se localiza un predio con las características de una modesta granja de la periferia de la ciudad; los olores que de ahí provenían fue el motivo de que los vecinos del sector pusieran la queja ante las autoridades.
“Es un área muy poblada, donde un particular tenía en un predio dos chivos, seis guajolotes, 10 gallos, esto ocasionaba una serie de afectaciones a sus vecinos, como olores desagradables, desarrollo de insectos voladores, que iban a las casas contiguas, además del ruido de los animales que muy temprano ya están haciendo sus ruidos habituales”, detalló.
Los inspectores le hicieron saber las quejas a la persona responsable, así como los daños colaterales que generaban.
“Se habló con el propietario, se le dieron a conocer las quejas de los vecinos y hacerle entender las afectaciones que estaba provocando por tener animales de granja en un espacio no adecuado”, comentó.
Se le dieron dos semanas para remediar la situación, pero al cumplirse el plazo, se aplicó multa de 20 salarios mínimos equivalente a mil 402 pesos.
“Después de los 15 días que se le dieron para que tomara medidas adecuadas, no lo atendió, se le tuvo que aplicar una multa, conminándole a que trasladara a esos animales a otra parte”, añadió.
Recientemente, el responsable dijo a la Dirección de Ecología que había gestionado la venta de la mayoría de los animales, quedándose con sólo dos chivos para consumo personal, lo que deberá cumplir.