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La Celestial Patrona de Tamaulipas

La Celestial Patrona de Tamaulipas

(2ª. de dos partes)

Por: Eusebio Ruiz Ruiz.

EL TEMPLO Y LA IMAGEN ACTUAL

En la Monografía de Victoria se lee que en el año de 1750 el templo era de adobes con techo de palma y estaba ubicado al Oriente de la plaza principal (hoy Plaza Hidalgo), un folleto editado en 1993 agrega que el terreno medía 40 varas de frente por cien de fondo, Don Vidal Efrén comenta que en 1770 continuaba en construcción el principal y primer templo de la Villa, siendo el responsable de esta obra Fray José Fuentes de la Provincia de Zacatecas.

Al paso de los años el templo va adquiriendo mayor importancia. El 6 de marzo de 1870 el Papa Pío IX mediante la Bula “Apostolicam in Universa Orbis Ecclesia”, creó el Obispado de Tamaulipas, el primer obispo fue el Dr. Ignacio Montes de Oca y Obregón, teniendo como Catedral el Templo de Nuestra Señora del Refugio, todavía en condiciones muy rústicas. Probablemente este obispo fue quien inició la construcción del actual templo en 1878.

El segundo obispo de la Diócesis de Tamaulipas, Don Eduardo Sánchez Camacho, continuó la obra y consagró el templo como Catedral el 26 de octubre de 1895, este mismo día el obispo bendijo y colocó la imagen que hoy se encuentra en el altar mayor y que fue elaborada por el pintor Carlos Villaseñor en 1886, pintado al óleo, con medidas de 1.76 m. de alto por 1.16 m. de ancho, donada por el Sr. arzobispo de Guadalajara, Dr. Pedro Loza y Pardavé en 1894.

La construcción del templo se concluyó en 1920, siendo obispo Don José Guadalupe Ortiz y López quien, en 1923, trasladó el obispado de Tamaulipas al puerto de Tampico, quedando el templo sólo como la parroquia de la ciudad, aunque las personas le siguieron llamando “catedral”.

La Diócesis de Ciudad Victoria fue erigida por el Papa Paulo VI mediante la bula «Cum Sit Ecclesia», fechada el 21 de diciembre de 1964, ejecutada el 27 de mayo de 1965 con la toma de posesión de su primer Obispo, Mons. José de Jesús Tirado y Pedraza, la sede no fue el templo de Nuestra Señora del Refugio, sino el templo parroquial del Sagrado Corazón de Jesús, sin embargo, la importancia del templo mariano se mantuvo por ser la primera parroquia de la ciudad, la única durante muchos años y por haber sido la catedral del Obispado de Tamaulipas.

El tercer obispo de la Diócesis de Ciudad Victoria, Fray Raimundo López Mateos, solicitó al Papa Juan Pablo II (hoy san Juan Pablo II), mediante una carta fechada el 13 de julio de 1988 que el templo de Nuestra Señora del Refugio fuera elevada al rango de Basílica Menor.

El 10 de mayo de 1990, en la Cd. de Monterrey, N.L., el Papa Juan Pablo II coronó la imagen de la Virgen del Refugio, Reina y Madre de Tamaulipas; teniendo como testigos principales al entonces gobernador de nuestro Estado, Ing. Américo Villarreal Guerra y al obispo de ese tiempo, Fray Raimundo López Mateos.

Al siguiente día, 11 de mayo, por la tarde, gran cantidad de fieles católicos fueron al Ejido Benito Juárez para recibir y llevar en procesión hasta su templo a la imagen de la Virgen del Refugio, varios conjuntos musicales a lo largo de la Calle Juan B. Tijerina (el 8) cantaban a la Madre de Dios, mientras que la procesión pasaba, en este tiempo el tráfico por toda la calle 8 era en doble sentido.

El 24 de agosto de 1990 la Santa Sede concede el título de “Basílica Menor” al templo de Nuestra Señora del Refugio, según consta en la Bula en donde se lee: “Concedemos a la dicha iglesia el título y dignidad de Basílica Menor”, aunque desde el 27 de mayo del mismo año ya se tenía conocimiento que el Sumo Pontífice otorgaría este título.

El Pbro. Rodrigo Sánchez Peláez, apoyado por una gran cantidad de fieles católicos, fueron los que hicieron posible una importante remodelación del templo, tal como se encuentra hoy.

LA AUTÉNTICA DEVOCIÓN

La alegría debe ser una característica del cristiano, las fiestas religiosas son una manera de manifestar este gozo unido a la fe.  El Concilio Vaticano II, en el número 67 de la Constitución Lumen Gentium dice: “La devoción a la Santísima Virgen no consiste en un sentimentalismo estéril y transitorio ni en una vana credulidad, sino que procede de la fe auténtica, que nos induce a reconocer la excelencia de la Madre de Dios, que nos impulsa a un amor filial hacia nuestra Madre y la imitación de sus virtudes”.

Con motivo de las celebraciones en honor a Nuestra Señora Refugio de Pecadores, Patrona de Tamaulipas y de la Diócesis de Ciudad Victoria, conjuntemos ese espíritu fiestero que está en nuestro ADN cultural -como afirma De La Riva Group- con el don y la virtud teologal de la fe.

Fuentes:

Breve reseña histórica de Cd. Victoria y de la Diócesis de Cd. Victoria, agosto 1985.

Directorio de la Diocesano. 1992.

Documentos del Vaticano II, 34ª. ed. 1979.

Folletos publicados por la Basílica: “Fiestas en honor de la Stma. Virgen del Refugio de Aguayo”, julio 1993; “Nuestra Señora del Refugio”; “Clausura del Año del Rosario”, 2003.

Folleto: “Ordenación episcopal de Mons. Antonio González Sánchez”, diciembre 1995.

HAVERS, Guillermo María. Vivieron el Evangelio. 19ª. ed. México, D.F., 1992.

Monografía de Victoria, Tamaulipas. Presidencia Municipal. Octubre de 1999.

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