Por Agustín Aboy
Beilein, que se sumó a los Cavs para esta temporada con un contrato de cinco años, decidió dejar el puesto de entrenador de la franquicia de Ohio tras un récord de 14 victorias y 40 derrotas en los 54 partidos que lleva la campaña 2019-2020. Cleveland se encuentra en el último puesto de la Conferencia Este.
La NBA tiene su segundo cambio de entrenador de la temporada 2019-2020. Se trata de la salida de John Beilein de Cleveland Cavaliers, cuyo reemplazo será JB Bickerstaff.
Durante la noche del domingo aparecieron los primeros rumores sobre Beilein, que ya indicaban que posiblemente había dirigido su último partido en la franquicia de Ohio mientras se buscaba una salida consensuada. Finalmente, este miércoles el entrenador de 67 años pasó a despedirse de los jugadores y del resto del staff, tras acordar una rescisión del contrato que había firmado hace unos meses por 5 años y más de 20 millones de dólares, según le indicaron fuentes de la liga a Adrian Wojnarowski de ESPN.
Luego, Shams Charania, de The Athletic, reportó que Beilein ocupará otro rol dentro de la franquicia.
Beilein, oriundo de New York y con más de 40 años de experiencia como entrenador principal en el básquetbol universitario, llegó a la NBA con un gran prestigio tras trabajar por doce años en la Universidad de Michigan, pero terminó siendo otro director técnico de renombre que finalmente no pudo adaptarse al mundo de la NBA, el cuál es muy distinto.
Su récord de victorias y derrotas es de 14-40, lo que ubica a los Cavs en el último puesto de la Conferencia Este. Por el momento esta es la sexta peor temporada en los 50 años de historia de la franquicia de Ohio, con un % de triunfos de apenas 25,9% que sólo supera a 2010-2011, 2018-2019, 2002-2003, 1970-1971 y 1981-1982.
Beilein, acostumbrado a un estilo de básquetbol en el que el entrenador tiene mayor incidencia táctica e impone mayor disciplina sobre los jugadores, nunca logró terminar de conectar con el equipo de los Cavaliers, que lo fueron a buscar para ayudar a desarrollar a jugadores jóvenes como Darius Garland, Collin Sexton, Kevin Porter Jr. y Cedi Osman. La gran mayoría del plantel de Cleveland está compuesta por jugadores de 26 años o menos, incluida la reciente incorporación, Andre Drummond.
El reemplazo ya está definido y es JB Bickerstaff, de 40 años, que tiene experiencia en la NBA desde la 2004-2005, cuando fue asistente en los Bobcats. Después de tres temporadas en Charlotte, cuatro en Minnesota y cuatro en Houston, Bickerstaff tuvo su primera oportunidad al mando de un equipo en la 2015-2016, cuando fue el director técnico interino de los Rockets por 71 partidos de temporada regular (37-34) e hizo su debut en Playoffs, cayendo 4-1 en la primera ronda.
Luego pasó a Memphis, donde tras acompañar a David Fizdale en la 2016-2017 fue su reemplazo en la 2017-2018. Bickerstaff ganó 48 partidos y perdió 97 en los Grizzlies, siendo echado al terminar la campaña 2018-2019. Entonces se incorporó a Cleveland Cavaliers, franquicia en la que su padre Bernie Bickerstaff, ex entrenador NBA, trabaja como consejero de los directivos.
Wojnarowski contó que el plan de Cleveland era ir preparando una transición entre Beilein y Bickerstaff, pero que el general manager Koby Altman y Beilein decidieron acelerar este proceso.
Beilein es el tercer entrenador novato en la historia que dirigió el primer partido de la temporada pero no alcanzó a terminarla, sumandose a los casos de Jerry Tarkanian en San Antonio Spurs en 1992-1993 y de Randy Ayers en Philadelphia 76ers en 2003-2004.
“Durante los últimos nueve meses, le di todo a esta organización, pero después de mucha reflexión, decidí que lo mejor era dar un paso atrás y dejar mi posición como entrenador principal, asistiendo a la organización desde otro lugar. Estoy muy agradecido a Dan Gilbert, Koby Altman y la completa organización de los Cavaliers por la oportunidad que me dieron.”, dijo Beilein.
“Esta fue una decisión muy difícil para mi, pero quiero ser claro: fue mí decisión correrme y verdaderamente aprecio el apoyo de los directivos durante estos momentos. Me duele mucho perder y este año tomó una carga en mí persona mucho mayor de lo que esperaba. Me preocupé por las consecuencias que esto podría tener en mi propia salud y en el bienestar de mi familia. No estaba seguro de que podría estar al 100% durante el resto de la temporada y en el futuro. No habría sido justo para los jugadores, entrenadores y el resto del staff”, aclaró el ex entrenador.