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García Harfuch: poder tras la estrategia

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García Harfuch: poder tras la estrategia

García Harfuch: poder tras la estrategia

Arnoldo Huerta Rincón

“Si el fin justifica los medios, ¿qué justifica el fin?” León Troksky

Con 43 años de edad, Omar García Harfuch es, sin lugar a dudas, el brazo fuerte de la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo. Tal es la confianza y expectativa que ella deposita en él, que insistió en su nombramiento a pesar del rechazo que el expresidente Andrés Manuel López Obrador le tenía.

La negociación implicó incluso ceder posiciones dentro del gabinete presidencial para poder designarlo como titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

García Harfuch cuenta con dos licenciaturas: una en Derecho por la Universidad Continental y otra en Seguridad Pública por la Universidad del Valle de México. Además, posee especializaciones en instituciones de alto nivel como la Universidad de Harvard, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos. Es decir, ha recibido formación internacional, algo que, por cierto, no era bien visto por el ala más radical de Morena.

En el plano profesional, ha dedicado toda su carrera a temas de seguridad pública. Es, sin duda, un tecnócrata en la materia.

Ingresó en 2008 como jefe de departamento en la hoy extinta Policía Federal, donde posteriormente fue ascendido a Director y encargado de la zona Guerrero (durante el mandato de Felipe Calderón).

En 2016, bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto, fue nombrado comisionado de la Agencia de Investigación Criminal de la entonces Procuraduría General de la República.

Más tarde, en 2019, ya con Claudia Sheinbaum como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, fue designado Jefe de la Policía de Investigación y, poco después, Secretario de Seguridad Pública de la capital.

Este año se aprobaron importantes reformas constitucionales y legales en materia de seguridad pública, entre ellas la creación de la Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia en Materia de Seguridad Pública, así como una nueva Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Estas normas buscan fortalecer el análisis de inteligencia, implementar herramientas tecnológicas avanzadas, mejorar la coordinación entre niveles de gobierno y el sector privado, regular los centros de comando y control, y formalizar la integración de la Guardia Nacional al Sistema Nacional de Seguridad. Detrás de estos cambios hay un nombre y apellido: Omar García Harfuch. No solo eso: esta semana se anunció el nombramiento de Omar Reyes Colmenares como nuevo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), una persona cercana a García Harfuch.

Lo que se ve no se pregunta: Harfuch es hoy el servidor público federal en quien recae la enorme responsabilidad de apuntalar el liderazgo de la Presidenta de la República.

Y, hasta ahora, lo está haciendo bien. El poder que concentra ha puesto nerviosos a más de uno (espero que usted, lector, no sea uno de ellos). Su perfil técnico y su experiencia contrastan con el viejo lema político de “10% capacidad y 90% confianza”; él representa ambas.

Esperemos que siga ejerciendo el cargo con responsabilidad y visión estadista, y que el tiempo dé la razón a su designación y a su empoderamiento político y legal.

En el calderonismo, la derecha aplaudía cada “golpe” a la delincuencia organizada que daba el entonces Secretario de Seguridad, Genaro García Luna, ¿dónde está hoy? La historia no se debe repetir. RECOMENDACIÓN SEMANAL: A los que gustan del terror y gore, la película “Bring her back” es de lo mejor que ha salido en el año.Twitter: @arnhuerta.

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