Dicen que los alemanes son obsesivos en casi todos sus asuntos y que a eso se debe que los sucesos ocurridos durante la segunda guerra mundial estén perfectamente documentados y fue esa pasión por dejar todo por escrito lo que facilitó al mundo, especialmente a los aliados encabezados por Inglaterra, Francia, Estados Unidos y la ya desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, enjuiciar con muchas pruebas documentales en la mano a un buen número de criminales nazis, además, con los escritos de los propios germanos se han podido realizar magníficas películas como La vida de los otros y La Caída donde se recrea magistralmente al Estado policiaco y la derrota de Adolfo Hitler.
Luego de un largo viaje que comenzó en democrático autobús desde Ciudad Victoria a Monterrey donde abordamos la nave de United para trasbordar en Houston y en Newark, llegamos a Berlín donde comenzarían nuestras mágicas vacaciones de verano que incluyeron visitas a otras ciudades alemanas como Postdam y Dresden de donde pasaríamos a Praga (capital de la República Checa), Budapest (Hungría), Bratislava (capital de Eslovaquia) para concluir en Viena, la legendaria capital de Austria, sede de la longeva dinastía de los Habsburgo a la que pertenecía Maximiliano quien fue emperador de México por tres años hasta que los liberales encabezados por Benito Juárez lo liquidaron en el célebre Cerro de Las Campanas, en la ciudad de Querétaro.
Pero estábamos en Berlín donde comenzó el periplo en la iglesia de San Luis, en la parte occidental, donde fuimos a misa pues, como buenos mexicanos, quisimos dar gracias a Dios por tantas bendiciones; luego tomaríamos una rica cena en restaurante al aire libre donde pude comprobar la cantidad de gente que bebe cerveza por esos lares y es natural pues en los establecimientos una botella de agua o cualquier refresco embotellado cuestan cerca de tres euros y un tarro de cerveza cuesta aproximadamente la mitad, así que los abstemios gastamos más.
Pero llegó la visita obligada al famoso muro de Berlín y allá vamos con un pequeño grupo de latinoamericanos y españoles con los que pudimos ver cómo en Alemania, aparte de la obsesión por dejar todo por escrito, han convertido los sitios por donde pasaba el muro en lugares de visita para turistas aunque vale aclarar que sólo quedan pequeños tramos de la barda como testimonio de la derrota alemana y la injerencia de las potencias extranjeras pues ahora los restos de viejos materiales coexisten con las modernas vialidades que comunican ambas zonas de la ciudad que ahora es una sola y es gobernada por un alcalde gay.
Frente al muro rememoramos la guerra, la existencia del bloque soviético, el establecimiento de la ya desaparecida cortina de hierro y los esfuerzos que hace Alemania por construir un nuevo discurso que va desde su propia victimización hasta su papel estelar en la construcción de la Unión Europea en la que ha tenido un rol protagónico Ángela Merkel (Hamburgo, 1954) Política alemana, presidenta del partido alemán Unión Demócrata Cristiana desde 2000 y canciller de la República Federal de Alemania desde 2005; es la primera mujer desde que nació el Estado alemán (1870), y también la primera persona originaria de la extinta República Democrática Alemana (RDA, comunista), que asume la jefatura del Gobierno federal en la Alemania unificada; (biografiasyvidas.com).
Nacida en Hamburgo en 1954, Ángela Merkel, hija de un pastor protestante, vivió desde que tenía pocos meses en la RDA, bajo los rigores del régimen comunista, y no fue disidente, sino militante de la Juventud Alemana (comunista), y estudiante de física en la Universidad de Leipzig, en la que se doctoró en 1986; investigadora en la Academia de Ciencias de la RDA, no entró en política hasta el derrumbe del Muro, en noviembre de 1989, y realizó una meteórica carrera: ministra de Juventud y Familia (1990-1994) y del Medio Ambiente y Naturaleza (1994-1997), estrecha colaboradora del canciller Helmut Kohl, y al retirarse éste, secretaria general (1998) y presidenta del partido, cargo para el que fue elegida el 10 de abril de 2000.
Los comentaristas alemanes subrayan que, en el seno de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), dominada por dirigentes católicos de las regiones occidentales, Merkel mostró una tenacidad admirable en la lucha por el poder desde que fue elegida secretaria general en 1998; durante el cataclismo que sacudió al partido por los donativos ilegales (las cajas negras), que se llevó por delante al heredero de Kohl en la presidencia del partido, Wolfgang Schäuble, su ambición política prevaleció sobre el respeto que profesaba a su mentor y en la actualidad ella es considerada una de las mujeres más poderosas del mundo, sin embargo, su modesta residencia de Berlín Oriental (en la zona de museos) sólo es vigilada por una patrulla donde se aburren dos policías uniformados.
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