Grupo Metrópoli

Fin de Sexenio

Fin de sexenio

LA PLUMA ENVENENADA

Por: José Alfredo Treto Medina

No cabe duda que el elemento más adverso a la clase política hoy en Tamaulipas son las acusaciones de corrupción y de impunidad. Las incongruencias entre el discurso y la realidad son inocultables, el Gobernador de Tamaulipas Egidio Torre Cantu en la etapa final de su gobierno con una imagen negativa por el descaro de mentir y hacer de la mentira su principal herramienta de gobierno.

Hace seis años, cuando inició su gobierno, logró unefecto de ilusión y de percepción a su favor, aunque detrás de estas promesas lo que en realidad estaba usando era la mentira como recurso para gobernar.

La promesa de tener paz y tranquilidad nunca llegó, la espiral de violencia y muerte en los seis años de su gobierno ha sido mayor, la corrupción y la impunidad salió a flote Torre Cantu, llega así al final de su gobierno con una imagen desacreditada entre la sociedad, no sólo por incumplir todas y cada una de sus promesas, sino por los casos evidentes de corrupción e impunidad y principalmente por su incapacidad para afrontar y resolver cada uno de los graves problemas que existen en Tamaulipas, (inseguridad, pobreza, desigualdad y violación de derechos humanos).

La corrupción es un cáncer social que vulnera los derechos de los ciudadanos, el hartazgo social que generan aquélla y su impunidad fue la causa de su fracaso en las urnas.

En estas circunstancias Torre Cantu cambió radicalmente el perfil del dirigente tricolor: seleccionó al cínico y experto simulador Rafael González Benavides, sin experiencia en la operación política. Paradójicamente, ante la debacle, se aferra a quienes piensan como él y son corresponsables de los malos resultados de su gobierno y su partido.

Salir de la versión móvil