FACTOR ENTRE DOS
Por: José Efraín Caballero Sevilla
Falta de crecimiento, talón de Aquiles de AMLO.
El manejo de la economía nacional, en estos escasos meses de la nueva administración federal, ha sido pulcro en lo macro económico, ya que se ha mantenido una bajísima inflación y un fortalecimiento del peso frente al dólar y las diversas divisas internacionales.
El gobierno federal está garantizando estabilidad económica, que como ejemplo, se ha percibido en una leve disminución en el precio de algunos productos de importación; esta es una gran noticia para las empresas comercializadoras e igualmente para el consumidor ya que sus capacidad adquisitiva se mantiene ligeramente a la alza.
Pero lo que está resultando preocupante, en este sexenio que recién inicia, es la falta de crecimiento en el Producto Interno Bruto (PIB), ya que en base a información oficial, este bajó un 0.2 por ciento en el primer trimestre del año, comparativamente al trimestre del año anterior, según dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, previo a asumir la dirigencia de esta macro empresa que es México, había señalado el bajísimo crecimiento en el P.I.B. en nuestro país, en los periodos neoliberales desde Carlos Salinas hasta Enrique Peña Nieto.
El Presidente se ha identificado en su forma de hacer gobierno, con el modelo del desarrollo estabilizador, donde nuestro país se mantuvo como una de las principales economías emergentes a mediados del siglo XX, que nos situó con un crecimiento sorprendente a nivel mundial alcanzando un 11 por ciento en 1964, inclusive por arriba del famoso “milagro Japonés” que paso de ser un país tercermundista a una potencia económica en muy pocas décadas.
Hay que reconocer que ese modelo, que fue único en el mundo, le dio un alto nivel de crecimiento al país en materia económica, además se creó en lo social el INFONAVIT, ISSSTE, IMSS, etc,
Este modelo presentó en algunos años ciertos decrecimientos, que contrastaron en los resultados de manera negativa con lo expuesto, pero en lo general se dio una mejoría en la calidad de vida de la clase media o clase trabajadora en el país y en la macro economía.
Hoy, por lo anteriormente expuesto en estas líneas, el modelo que el Presidente dice basar su plan nacional de desarrollo, no está dando los resultados esperados en la materia. Las calificadoras nacionales e internacionales proyectan una reducción en el PIB en el transcurso del año.
El Banco de México (Banxico) redujo por cuarta vez consecutiva su proyección de crecimiento económico para 2019, hasta un rango de 0.8 por ciento al 1.8, y a su vez mencionan que el crecimiento se ralentizará a 1,2 por ciento en 2019, desde 2 por ciento en 2018, dijo Alejandro Olivo, director adjunto de Moody’s,
Existe evidentemente una disparidad en los dos modelos, al no coincidir con los resultados. El 17 de marzo de 2019 el Presidente declaró formalmente el fin de la política neoliberal en México, en el entendido que se daría un crecimiento y se aceleraría el desarrollo nacional.
Algunas políticas equivocadas, que están repercutiendo en la falta de crecimiento. Sin duda han sido el encausar el ahorro de la política de austeridad, a la dadiva social de apoyos económicos, que no resuelven la condición de individuos económicamente inactivos.
Es correcto dar apoyos a los que menos tienen, pero a la par se debería de invertir en la generación de empleos que no sea una acción clientelar.
La falta de inversión en la infraestructura productiva, como pudiera haber sido la desaparición de carreteras de cuota, ya que incrementan el precio de los productos por gastos operativos, o la reducción de los precios del combustible, (se podría haber reducido un 30 por ciento su costo, gracias a los resultados por el combate al huachicol) no se han dado.
Hablemos de los apoyos educativos, que en lugar de haber sido económicos, los cuales se dieron fuera de tiempo y forma, ya que ya habían iniciado las clases en las escuelas, sería para quienes no tienen el recurso; mejor se hubieran extinguido las cuotas de inscripción y se abriera la oportunidad educativa para todos; son solo algunos ejemplos de políticas que guardan buenas intenciones pero no se ha hecho la mejor planeación.
Algunas señales de incompatibilidad, se han dado anteriormente en las renuncias del Director del IMSS y el Secretario de Hacienda, donde no ha existido una conjunción que de forma a los modelos actuales, de un mundo globalizado que no existía en México a mediados del siglo XX.
Hoy influye en la económica local el impacto global, y busca mediar políticas sociales con políticas de desarrollo macro económico, y mientras no se conjunten ambos destinos, seguirán dándose conflictos en las divergencias entre el proyecto del plan nacional de desarrollo.
Querido lector pase un excelente fin de semana, nos leemos la próxima.
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