En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, la investigadora Joana Chapa comparte su análisis sobre los ganadores del Premio Nobel de Economía 2019, quienes implementaron un enfoque experimental para aliviar este problema.
¿Cómo toma sus decisiones la gente en estado de pobreza? ¿Cuáles son sus prioridades? ¿Por qué en ocasiones es complicado que estas personas salgan de su condición?
Éstas son preguntas fundamentales que llevaron a Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo a ser merecedores del Premio Nobel de Economía 2019 por establecer un laboratorio de estudios de pobreza para contribuir a generar políticas en beneficio de la población de escasos recursos.
La Directora del Centro de Investigaciones Económicas de la UANL, Joana Chapa Cantú, comparte, en el marco del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, un análisis del enfoque experimental Banerjee y Duflo y cómo podría aplicarse para mejorar las condiciones de pobreza en el país.
“Ellos lo que tratan es de no estigmatizar, que no nos pongamos una imagen de que los pobres no tienen qué comer, los pobres no quieren trabajar, así como la típica imagen de novela, sino que vayamos y los entendamos, los estudiemos”, expresó la investigadora de la Facultad de Economía de la UANL.
Una intervención que cambie hábitos
De acuerdo con la científica social nivel II del Sistema Nacional de Investigadores, a través de estos estudios se pueden implementar políticas de intervención para tratar de cambiar los hábitos de las personas que viven en pobreza.
En un trabajo realizado en la India, los ahora Premio Nobel encontraron que los pobres gastan su presupuesto principalmente en comida. Sin embargo, lo hacen en alimentos con alto contenido calórico y poco nutritivos.
Otro dato interesante que arroja este estudio es que la gente en situación de pobreza valora mucho dedicar dinero al entretenimiento, como comprarse, por ejemplo, un set de televisión.
“El asunto es de que ese hallazgo lo que implica es que necesitarías diseñar una política de intervención para poder ver cómo hacer que cambien sus decisiones.
“A comer algo más nutritivo en lugar de algo que sea de alto contenido calórico y con pocos nutrientes”, indicó Chapa.
“Necesitas tratar de diseñar políticas para que valoren más otro tipo de cosas y tratar de que inviertan más en educación y en nutrición de calidad para sus hijos”, precisó.
La situación de la pobreza en México
En el país, la tasa de pobreza es del 41.9 por ciento y la de pobreza extrema es del 7.4 por ciento.
Para Nuevo León, la tasa de pobreza es del 14.5 por ciento y la de pobreza extrema de apenas 0.5 por ciento, es decir, alrededor de 25 mil personas.
Para Chapa, esta marcada diferencia entre Nuevo León y el resto del país, principalmente en el sur, se debe a la estructura productiva que caracteriza al estado del norte.
“Nuevo León tiene un sector industrial boyante y un sector de servicios que ha estado empujando mucho a la economía del estado.
“Agregado a esto, si nos vamos a tiempo atrás, tienes industriales que invirtieron en universidades privadas y aparte una universidad pública, y lo digo orgullosamente, de las mejores del país”.
En contraste está la zona sur de México, donde la población se dedica principalmente a una actividad agrícola que se ha caracterizado por un bajo nivel de productividad y donde el autoconsumo es muy común.
Políticas a largo plazo
Y aunque el acceso a la salud y a la educación, así como el combate a la informalidad, son puntos fundamentales para abatir la pobreza, con el ejemplo de Banerjee y Duflo se pueden aplicar políticas a largo plazo que contribuyan a mejorar esta situación.
“Hay otras cosas que tienen que ver con nutrición, con educación de la familia y de cómo toman sus decisiones para que los hijos accedan a actividades sanas, actividades que incrementen su calidad de vida”, puntualizó Chapa Cantú.
