¿Eres papá?
¿Eres mamá?
¿En tus planes está formar una familia?
Por: Eusebio Ruiz Ruiz.
Entonces lee con atención la letra de esta canción.
“¿Piensas que corromperemos a tus hijos?,
¡Sí!,
nuestra agenda no se controla.
Es gracioso,
sólo por esta vez estás en lo correcto:
pervertiremos a tus hijos.
Sucede poco a poco,
en silencio y sutilmente,
y apenas lo notarás […]
Cambiarán su grupo de amigos;
no aprobarías a dónde van por la noche,
OK,
y estarás muy asqueado
cuando encuentren cosas en línea,
que has mantenido fuera de su vista […]
Convertiremos a tus hijos
alcanzando a todos y cada uno,
y no habrá forma de escapar […]
Convertiremos a tus hijos,
venimos por ellos […]
La agenda gay ya está aquí,
pero no tienes de qué preocuparte,
hay cada vez mayor orgullo,
porque no hay nada de malo de estar de nuestro lado,
¡la agenda gay! […]
Convertiremos a tus hijos,
entonces nos volveremos contra ti […]
Olvidarás que algún día estuviste molesto.
Convertiremos a tus hijos y te convertirás en un aliado”.
Tengo entendido que los autores de esta canción son Roy Iwath y Daniel Quadrino, la música de Tim Rosser, divulgada por un grupo LGTBIQT+ que tiene por nombre “San Francisco Gay Men Chorus”.
Padres de familia, abuelos, tíos, hermanos… mucho ojo con los mensajes de este tipo de canciones.
Cierto es que debemos ser respetuosos de cada ser humano, pero es muy distinto que nos crucemos de brazos o nos arrodillemos ante lo que se trata de imponer.
Debemos tener presente la relación entre los grupos LGTBIQT+ y la ideología de género, esta última disfrazada de igualdad, libertad, equidad, diversidad, derechos, educación, inclusión, tolerancia y respeto. Percibiéndose por debajo del disfraz, las características de intolerante, extremista, manipuladora, intransigente, destructora, impositiva, totalitaria, falsa, oscurantista, opuesta a la ciencia.
Mientras que en nuestro país está de moda la ideología de género y hasta le echan porras -sin lugar a dudas por el disfraz que porta- en los países pioneros de esta ideología (Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca e Islandia) ya se dieron cuenta de su falsedad, llegando a la conclusión de que era un auténtico lavado de cerebro, carente de efectividad en sus postulados, sin bases empíricas que la sostuvieran e incluso anticientífica. Los ciudadanos de los países nórdicos decidieron no financiar y cerrar a su principal promotor, el Instituto de género nórdico NIKK.