Por: Nazario Assad
Cuando pensábamos que esto no se podía poner peor, permítanme decirles que sí es posible. Empecemos con el escenario nacional para pasar después a lo que sucede en nuestro estado, Tamaulipas.
Importante señalar el panorama en términos de salud, lejos de mejorar va de mal en peor. Pero creo que derivado a la lamentable pandemia, salió a relucir las deficiencias de las instituciones del sector de salud que tenemos en México. Estaba claro que los hospitales públicos iban en un claro declive; familiares y amigos doctores me contaban las deficiencias que los institutos padecían desde administraciones atrás y sumémosle las malas prácticas en términos financieros.
Es sabido por muchos, que las delegaciones eran un regalo para los compromisos políticos. Sin entrar a detalle, muchos conocemos a personas que estaban encargadas de esas tan importantes instituciones, que lo único que hacían era hacer negocio para beneficio propio y de su círculo cercano. Lamentablemente las facturas las estamos pagando hoy en día, un sector obsoleto, incapaz de enfrentar una situación apocalíptica como la que vivimos hoy en día.
Seamos honestos y es importante decirlo con todas las letras. La lamentable situación que vivimos hoy no es consecuencia de un solo gobierno, es el cúmulo de malas decisiones al paso de los años.
En Tamaulipas, por supuesto que no es la excepción. El número de contagiados y de decesos parece no acabar. El desarrollo económico está claramente detenido y gracias al pleito con la federación, no se vislumbra una mejoría para la economía en nuestro estado.
La creación de una agenda propia para formalizar un frente opositor en uno de los momentos más delicados en la historia de nuestro país, dudo que sea la respuesta a nuestros problemas. Al contrario, la única solución para poder equilibrar la situación, es la alineación de esfuerzos colectivos.
Sumémosle las inundaciones que se viven en la frontera del estado, por el paso de la tormenta tropical Hanna. En el que, en Reynosa, el hospital materno infantil sufrió una grave inundación, poniendo en riesgo la salud de los pacientes y de sus familiares.
Importante señalar y reconocer a todos los doctores y enfermeros que sin dudar hacen frente a las adversidades que se viven día con día. También resaltar el esfuerzo de nuestras fuerzas armadas, que su único objetivo es el de salvaguardar la integridad de todos nosotros.
Está más que claro que la ruta está trazada, el destino nos enseña que la única manera de salir adelante es juntos y equipo. Haciendo a un lado al proceso electoral y a la ambición del poder.
Que les quede claro, que sin resultados, no habrá votos.